Coca-Cola aprovecha el boom inmobiliario para poner en venta su sede
La filial española de Coca-Cola ha puesto en venta los terrenos donde se ubica su sede social en Madrid. Su intención es trasladarse a un nuevo edificio, aún sin construir, que se ubicará en el Parque de las Naciones y para el que ya tiene los terrenos. La compañía reconoce haber recibido varias ofertas, aunque aún no ha cerrado ningún acuerdo.
Coca-Cola quiere hacer negocio con su actual sede española. La compañía ha puesto el cartel de 'se vende' a los terrenos donde se ubica su cuartel general, en la calle Josefa Valcárcel, junto a la autovía A-2. Una zona cercana al aeropuerto de Barajas y al Campo de las Naciones.
El objetivo es aprovechar el boom inmobiliario y el desarrollo urbanístico que está viviendo la zona, dedicada principalmente al mercado de oficinas, para cerrar una beneficiosa operación de venta.
La idea de cambiar el emplazamiento de la sede no es nueva. Fuentes de la empresa apuntan que, desde hace varios años, la dirección ha barajado la posibilidad de realizar un traslado. Sin embargo, no ha sido hasta este año, en pleno boom inmobiliario, cuando la sociedad ha decidido llevar a cabo la venta.
La compañía ha recibido ya varias ofertas por el inmueble
Terrenos
Así lo reflejan las cuentas de 2005 del líder de las bebidas refrescantes: 'Durante el ejercicio 2006, la sociedad tiene previsto proceder a la venta de los terrenos de su filial Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes, en los cuales se encuentra la sede social'.
Sin embargo, el final del ejercicio 2006 se acerca y la compañía aún no ha cerrado la venta. 'Es un proceso abierto', aseguran desde la filial de la multinacional. De hecho, las citadas fuentes señalan que la empresa 'no tiene obligación de cerrar la operación a corto plazo'. Además, insisten en que 'no hay ninguna fecha tope' para concluir la desinversión.
La multinacional reconoce que desde que se colocó el cartel de 'se vende' se han recibido varias ofertas por los terrenos. Aunque ninguna parece hacer alcanzado la cifra que tienen en mente los ejecutivos de la filial dirigida por Marcos de Quinto. La venta sólo se realizará 'cuando llegue una oferta que nos satisfaga', concluyen. Pero la empresa no adelanta cuál es la suma que pretenden alcanzar para cerrar definitivamente la operación.
La decisión de poner en venta su sede actual no va a obligar a la multinacional a iniciar la búsqueda de un nuevo emplazamiento, ya que tiene muy claro cuál será su futura ubicación.
En este sentido la división española de Coca Cola 'va a acometer la construcción de su nueva sede social en el terreno adquirido por su filial Compañía de Servicios de Bebidas Refrescantes, en 1992', reconoce en sus últimos resultados anuales.
Unos terrenos que están situados en el Campo de las Naciones, muy cerca de la M-40, una de las principales vías de circunvalación de la capital. Una zona que ha sido elegida por varias empresas para instalar sus sedes. Allí se encuentran, por ejemplo, las oficinas de Repsol, Endesa, Cepsa, Iberdrola o IBM.
Pese a tener los terrenos desde hace casi 15 años, Coca-Cola España no ha comenzado la construcción de la que será su nueva ubicación. De hecho, no ha fijado ninguna fecha para su realizar el traslado.
La razón por la que se ha demorado la construcción del nuevo edificio es que las operaciones de venta y construcción están ligadas. Es decir, hasta que la división española de la multinacional no encuentre comprador para su actual emplazamiento no se planteará iniciar el desarrollo de su futura nueva sede.
El intento de venta de los terrenos de su filial no es la única operación inmobiliaria que Coca-Cola España ha afrontado recientemente. Según la memoria de 2005, durante el pasado ejercicio la sociedad vendió de terrenos y construcciones que le permitieron obtener unas plusvalías de 4,24 millones de euros, aunque en las cuentas no explican en qué han consistido estas operaciones.
Desinversiones
De esta manera, las desinversiones permitieron que el inmovilizado material de Coca-Cola alcanzase, al finalizar el pasado ejercicio, un valor neto superior a los 16,2 millones de euros, 1,46 millones de euros por encima del saldo inicial que tenía al comenzar el citado año.
Dentro de este epígrafe, Coca-Cola también recoge el gasto que conlleva la adquisición de máquinas expendedoras de bebidas refrescantes, que posteriormente cede a sus clientes en régimen de alquiler. Más de 6,92 millones de euros destinó la filial a esta partida.
Menos ingresos por las latas
La filial española de Coca-Cola reconoce en su última memoria anual que la cesión a las embotelladoras de los derechos de manufactura y distribución de las latas de refresco va a tener un impacto negativo en las cuentas del ejercicio actual. Una cesión que se llevó a cabo el pasado 1 de enero.'El impacto neto de este cambio será una reducción en la cifra de negocios por este concepto, que en el año 2005 ascendió a 665 millones de euros, así como reducciones en los epígrafes de aprovisionamientos y servicios exteriores', señala la empresa en sus cuentas.La matriz estadounidense ya reconoció a la SEC, el regulador norteamericano, que preveía una reducción de los ingresos de su filial española durante 2006 de 775 millones de dólares (unos 592 millones de euros al cambio actual), debido a la cesión de las latas.Hasta este año, la compañía recibía un porcentaje de los ingresos procedentes de estos envases que, a cambio, reinvertía en acciones de marketing. La filial española señala en su memoria que 'espera recuperar esta disminución del beneficio neto a través de la evolución en los otros negocios de bebidas en que participa la sociedad'.De sufrir el impacto previsto, el líder de los refrescos en España repetirá resultado negativo. Coca-Cola cerró 2005 con un beneficio de 5,18 millones de euros, lo que representa una caída del 13,1% respecto a los 5,97 millones alcanzados un año antes. Por su parte, el beneficio antes de impuestos disminuyó un 3% hasta 6,68 millones.Durante ese año, la evolución de los ingresos también fue negativa. Su cifra de negocio se redujo un 0,6%, desde 728,6 millones hasta 723,9 millones de euros.