Un año de Merkel, un año de reformas
Hace hoy un año, el entonces canciller socialdemócrata Gerhard Schröder se levantaba en el Bundestag para estrechar la mano de su sucesora, la democristiana Angela Merkel, que desde entonces gobierna una gran coalición formada por los dos grandes partidos alemanes: la Democracia Cristiana (CDU) y la Socialdemocracia (SPD). Durante su campaña electoral Merkel lanzó el mensaje de que Alemania no podía seguir dando palos de ciego y que precisaba reformas socioeconómicas 'valientes' para que la población y la industria volvieran a confiar en la gran capacidad económica de este país. Merkel no lo pintó de rosa; pero la 'tímida amazona', como la caracteriza el semanario Der Spiegel, prometió crear empleo.
Un año después Merkel afirma: 'Estamos poniendo este país en forma para el futuro' y asegura que 'la dirección tomada es la correcta'. Puntos a su favor: se reduce el desempleo, se consolidan los presupuestos públicos (en 2007 Alemania contraerá la menor deuda pública desde la unificación) y crece la economía. Se le critica: 'la mayor subida impositiva de la República'; es decir el incremento del IVA en tres puntos porcentuales a partir de enero de 2007 (según palabras de Guido Westerwelle, el jefe del Partido Liberal (FDP)); y el 'burocrático monstruo del fondo de salud pública', fruto de la reforma sanitaria pendiente de debatir en el Bundestag y el Bundesrat.
Según Westerwelle, la recuperación coyuntural alemana 'tiene que ver más con la evolución de la economía mundial, el buen tiempo y el Mundial de Fútbol que con Merkel'. Por su parte, el presidente alemán, Horst Köhler, pide al Gobierno que siga su curso de reformas porque 'aunque la situación económica haya mejorado, todavía hay mucho que hacer'. El instituto de investigación IFO considera que la recuperación de la economía alemana se mantendrá durante todo 2007, pese a la prevista subida del IVA, que sólo ralentizará el crecimiento del primer trimestre.
Pero la sensación de que no es oro todo lo que reluce la expresa muy bien el mercado laboral. Por un lado, desciende el desempleo desde hace meses; lo que implica que el empuje económico ha llegado por fin al mercado del trabajo. Por otro, más de cuatro millones de personas siguen desocupadas; sobre todo en el Este. Además, aunque los datos del consumo sean mejores que los de 2006, los institutos de investigación económica están lanzando señales de advertencia. Problemática: la subida del IVA en tres puntos en 2007. Podría frenar el consumo y, en consecuencia, el crecimiento económico. La Oficina Federal de Trabajo no es muy optimista. Su jefe en Nuremberg, Frank-Jürgen, ha advertido que en 2007 se registrará un estancamiento en el mercado laboral.
8.000 millones de ahorro
Por el contrario, el analista Heinrich Alt, del BA, opina que la reducción de la cotización al seguro de desempleo, que se introducirá también en 2007, tendrá efectos coyunturales positivos. Los contribuyentes dispondrán de 8.000 millones de euros más en el bolsillo; lo que beneficiará el consumo.
Entre las medidas para regular el trabajo de baja remuneración, el Gobierno quiere introducir el sueldo combinado, un suplemento salarial del Estado para trabajadores de ingresos bajos para motivar a los desempleados a aceptar empleos de baja remuneración. Pero resultará caro si no se recorta el subsidio de desempleo. Aunque desde 2005 los desempleados sólo reciben el importe completo del subsidio de paro si están dispuestos a asumir un trabajo de baja remuneración (corazón de la reforma Hartz IV introducida por Schröder en la pasada legislatura), no se aplica consecuentemente. Los analistas económicos opinan que los sueldos combinados propuestos por los democristianos no crearán más empleo si no se recortan las ayudas sociales y se desregula todavía más el mercado laboral.
En cuanto al aumento previsto de la edad de jubilación, el poderoso sindicato IG Metall ha apelado a los diputados para que voten en contra de la ley de jubilación con 67 años.
Contenta sólo al 34% de la población
¿Quién es esa mujer que desde hace un año gobierna Alemania?, se pregunta el diario Süddeutsche Zeitung. Con 52 años, es la primera mujer y la más joven en este cargo. Merkel habla poco de sí misma. Apenas duerme y, según los miembros del Gabinete, trabaja en exceso.Su compañero más valioso en este Gobierno de gran coalición es un hombre del otro bando político: el vicecanciller socialdemócrata Franz Müntefering. Su escasa ventaja respecto al ex canciller Schröder en el resultado electoral de hace un año le complicó sus primeros pasos al frente de la Cancillería. Ahora, aunque se le reconoce su gigantesca resistencia, sigue teniendo problemas de lealtad con los suyos. De ahí su constante recelo.Tampoco aumenta la popularidad de su Gobierno. El 56% de los alemanes cree que la gran coalición no ha aportado nada importante para solucionar los problemas del país. Sólo el 34% cree que lo está haciendo bien.