Peique Selección Familiar 2002, tinto del Bierzo
En los 16 años de andadura de la DO Bierzo, los vinos que se producen en esta región leonesa han cambiado sustancialmente. Se han mejorado mucho las elaboraciones, adaptándolas a un estilo más moderno, sin perder el carácter de la uva autóctona, la mencía, que bien tratada enológicamente y cuidada en la viña logra domar parte su rusticidad. La gracia de estos vinos radica en la personalidad de la variedad con la que se elabora, que le dota de color, cuerpo y gran carga frutal, y que ha demostrado su potencial en las crianzas en barrica de roble.
Aunque son cerca de 50 las bodegas amparadas por esta DO, sólo un puñado de ellas han logrado de momento producir vinos que pueden codearse sin problemas con afamadas zonas vinícolas como Rioja, Ribera o Toro. Una de ellas es Bodegas Peique, que sigue una trayectoria ascendente desde que se creara en 1999. Es un negocio familiar que se apoya en las 17 hectáreas de viñedo propio y 12 controladas de cepas de mencía, viñedos de entre 40 y 80 años de edad ubicados en las inmediaciones de la bodega, en Valtuille de Abajo. Su enólogo, Jorge Peique, cuida al máximo la viña, con selecciones en el propio campo que garanticen la perfecta maduración del fruto. Trabajan con barricas de roble francés, americano y del Cáucaso a la hora de producir sus vinos, una gama que pasa por el joven tinto mencía, el Peique Viñedos Viejos, con un año de crianza y la estrella de la casa, el Peique Selección Familiar. Actualmente se comercializa la añada 2002, y como todos los demás, es un 100% mencía con 18 meses en madera nueva francesa y rusa (80 y 20% respectivamente). Con una producción limitada a 3.500 botellas, sobresalen las notas de barrica y un fondo de fruta. Cálido en boca, tiene potencia, cuerpo y estructura, es muy equilibrado y redondo, con un final persistente. Precio: 28-30 euros.