Rusia, en el punto de mira empresarial
La futura entrada del país en la OMC potencia las oportunidades españolas en banca y energía.
El principio de acuerdo anunciado el pasado viernes entre Rusia y EE UU para que Moscú se incorpore próximamente a la Organización Mundial del Comercio (OMC) está sirviendo de revulsivo para que las empresas europeas tomen posiciones para cuando se produzca el acuerdo final, previsto para los próximos meses una vez que finalicen las oportunas negociaciones multilaterales en Ginebra.
A su vez, la UE mantiene con las autoridades rusas negociaciones en fase inicial para crear una zona de libre cambio entre ambas áreas que mejore, no sólo los intercambios comerciales sino también las inversiones directas y de cartera. Las empresas españolas están en una posición retrasada comparadas con sus homólogas alemanas, francesas e italianas, dado el esfuerzo realizado por éstas en los últimos años, pero hay oportunidades para todos.
'Lo mejor de todo es que la entrada en la OMC forzará a Rusia a cumplir, entre otros asuntos, con la normativa internacional de certificaciones, mejorando la seguridad jurídica de las empresas que inviertan y exporten allí', indicó ayer, Javier Elorza, embajador de España en Moscú, en un acto organizado por el Club de Exportadores y en el que participaron ejecutivos de empresas españolas con intereses en el país. A su juicio, entre las oportunidades más claras para las empresas españolas en los próximos meses destacan el sector financiero y el eléctrico.
Corrupción y burocracia están entre los principales obstáculos de las firmas españolas para consolidarse en el mercado ruso
'Es el momento de la banca. Se van a liberalizar todos los trámites de forma que se pueda comprar un banco al 100%; la banca pública, posible competidora de la española, es muy ineficaz', añadió. En cuanto al eléctrico, 'hay posibilidades en plantas de generación' (como ya está haciendo Iberdrola) y en distribución, cuyas redes, obsoletas, tendrán que renovarse.
Las oportunidades se extienden a otros sectores pero hay que tener mucho cuidado con las barreras burocráticas. 'El turismo es uno de los que deberían ser más dinámicos pero es difícil instalarse ahí teniendo en cuenta que pueden pasar años hasta que una empresa pueda lograr comprar un terreno y negociar con las autoridades su uso para fines empresariales', dijo. 'La burocracia puede ser asfixiante, con luchas internas entre los ministerios', añadió ayer en el acto José Manuel Martín, de Teltronic, una empresa española de bienes de equipo instalada allí desde hace años.
A ello se suman otras dificultades como la corrupción que reina en parte de la administración y en sectores dominados por las mafias (compraventa de bienes de lujo) en donde prima el culto al dinero fácil. A pesar de ello, las oportunidades empresariales son claras, en un mercado de 142 millones de personas, ansioso de alcanzar los niveles de consumo de Occidente.
Petróleo y gas, el caballo de batalla
La gran carta a la que está jugando el presidente ruso Putin para hacerse fuerte en las negociaciones comerciales con la Unión Europea es el suministro de petróleo y gas natural. Una cuarta parte de esta energía la obtiene la UE de Rusia. Bruselas desea (sobre todo Alemania) un nuevo gasoducto para garantizar el abastecimiento de una demanda creciente. Polonia, uno de los últimos socios en entrar en la UE, está bloqueando las negociaciones de apertura comercial con Rusia (ayer volvió a bloquear las conversaciones), ya que sospecha que el paso de este nuevo gasoducto por el Báltico (como desea Alemania) deje sin suministro al territorio polaco.Mientras esto ocurre, cada país intenta potenciar las negociaciones bilaterales con Rusia. España está a la espera de un nuevo acuerdo de inversiones, sujeto a la entrada de Rusia en la OMC. El Gobierno está en pleno despliegue del plan integral dedicado a Rusia, presentado en 2005 y que prevé dedicar 47 millones a reforzar la presencia comercial e inversora de las empresas españolas en Rusia.