Bruselas aprueba con condiciones la fusión entre Gaz de France y Suez
La Comisión Europea ha autorizado hoy la fusión de Gaz de France (GDF) con la empresa belga de servicios Suez, aunque ha condicionado la operación al cumplimiento de las concesiones propuestas por las dos empresas, entre las que figuran varias operaciones de desinversión.
En un comunicado, la responsable europea de Competencia, Neelie Kroes, subrayó que en este caso la Comisión se ha mostrado partidaria de adoptar "remedios de gran alcance" para garantizar la competencia efectiva en los mercados energéticos de Bélgica y Francia.
Por su parte, el responsable de Energía, Andris Piebalgs, destacó que la fusión entre GdF y Suez "prueba que el mercado europeo de la energía se convierte poco a poco en una realidad".
Desinversiones para favorecer la competencia
En un primer momento, la Comisión había estimado que la operación limitaría la competencia en los mercados mayorista y minorista de gas y electricidad en Bélgica y en el mercado del gas en Francia. Las preocupaciones de Bruselas se debían a la eliminación de la presión competitiva que GdF y Suez habían ejercido hasta ahora la una sobre la otra tanto en Bélgica como en Francia.
En Bélgica, la entidad resultante tendría una cuota de mercado muy elevada y habría eliminado a GdF como rival de Distrigaz y Electrabel. La desaparición de GdF crearía también problemas de competencia en el suministro de gas a las centrales.
Asimismo, las barreras a la entrada en el mercado del gas habrían reforzado la posición dominante de las dos empresas, que tendrían acceso a casi todo el gas importado a Bélgica y poseerían casi todos los contratos de importación. Además, gracias al control de Fluxys, contarían con un acceso privilegiado a la infraestructura de distribución y almacenamiento.
Por lo que se refiere a Francia, la concentración habría reforzado la posición dominante de GdF al eliminar la competencia de Distrigaz.
Para responder a estas preocupaciones, Gaz de France y Suez han propuesto un conjunto de medidas radicales. Suez cederá Distrigaz y renunciará al control sobre Fluxys. GdF cederá su participación sobre SPE y, para responder a las preocupaciones sobre la calefacción urbana, se deshará de su filial Cofathec Coriance. Además, se realizarán diversos proyectos de inversión en Bélgica y Francia para desarrollar las infraestructuras y facilitar la entrada de nuevos rivales.