Alegría Activity convierte autobuses escolares en aulas con ruedas
Los autobuses antiguos cobran una nueva vida convertidos en clases portátiles. Alegría Activity desarrolla campañas de comunicación, en su mayoría formativas, en vehículos que ya no sirven para el transporte de viajeros.
Un grupo de niños entra emocionado en un autobús de vivos colores, creyendo que les transportará a algún lugar especial, y en su lugar encuentran un espacio lleno de dibujos, carteles, juegos y proyecciones multimedia. Están en una clase muy especial, con ordenadores, paneles explicativos y educadores que les enseñan los pájaros que viven en la zona o a no despilfarrar el agua. Estos nuevos escenarios educativos han sido el resultado de la decisión de Alegría Activity de reutilizar unos vehículos que ya no servían para el transporte escolar.
Juan Jesús Alegría aprovechó un problema que afrontaba su empresa familiar de autobuses, Autobuses Alegría de Vitoria, para llevar a cabo una vocación personal. La Ley de Ordenación del Transporte Terrestre de 1987 prohibía que los vehículos de transporte de viajeros de más de 18 años pudieran realizar transporte escolar. 'Eran cinco de una flota de 50 autobuses, una cifra importante. Yo tenía un interés especial en la comunicación así que lo uní', estima Alegría. Con ellos, decidió crear una original empresa de sistemas de comunicación, especialmente orientados a las campañas educativas, sociales y medioambientales.
Transformaron la antigua flota de los Alegría en modernas aulas móviles, equipados con sistemas audiovisuales, multimedia y conexión a internet vía satélite. 'Nos permite total independencia a la hora de desarrollar nuestras iniciativas, nos da lo mismo el lugar', explica.
El precio de una iniciativa depende del tiempo y dedicación invertidos; oscila entre 60.000 y 480.000 euros
La empresa se precia de haber hecho llegar la campaña del euro, la más emblemática de las desarrolladas por Alegría Activity, a las poblaciones más apartadas, sin acceso usual a las nuevas tecnologías. 'Esa campaña fue entrañable, atendimos a 1.800.000 personas. Llegamos a explicar la nueva moneda a dos carniceros mientras hacían morcillas. No tenían tiempo para venir así que nos llevamos la información a la tienda', dice Alegría.
La empresa posee una plantilla multidisciplinar de 185 empleados, que abarca desde carpinteros y chapistas para la remodelación de los vehículos hasta creativos, educadores y pedagogos que configuran todos los contenidos que se muestran en las campañas. Se organizan de forma 'horizontal y asamblearia' para ofrecer a sus clientes 'productos llave en mano', asegura Alegría. 'Cada campaña es un traje a medida, es artesano, y nosotros nos ocupamos de todo', asegura.
A pesar de unos comienzos desesperanzadores, 'los tres primeros años no vendimos nada', Alegría Activity realiza actualmente una media de entre 25 y 30 campañas al año en Europa, donde está presente en Portugal, Francia, Italia, Reino Unido y Bélgica. Tienen una filial en Colombia. Los vehículos siguen proviniendo de la familia Alegría, pero también de otros proveedores o incluso encargados para la necesidad.
Atienden a clientes públicos, como Red.es o las diputaciones locales, y a empresas privadas, como Eroski, Ono o Mahou. 'Las privadas sólo son un 20% del negocio', explica.
Facturaron en 2005 unos 14 millones y esperan un crecimiento operativo del 15% para 2006. 'El precio de una campaña depende mucho del tiempo y la dedicación. Un año de campaña con el máximo equipamiento puede suponer 480.000 euros. Las pequeñas serán unos 60.000 euros', estima el directivo. Las expectativas son halagüeñas: acaban de firmar cinco años de campaña para la francesa Générale des Eaux.
El respeto al medio ambiente da sentido a los vehículos
'Reciclar, recuperar y reutilizar' los autobuses antiguos fue el principio pero el respeto al medio ambiente ha configurado el desarrollo de esta empresa vasca. 'Desde su creación, la empresa ha tenido siempre una sensibilidad especial para el medio ambiente. El comienzo fue el reciclaje y por ese camino seguimos'. asegura Alegría.Los vehículos tienen todos sus motores adaptados a las normativas de CO2 de la UE para no sobrepasar las emisiones permitidas. 'Somos una empresa muy pequeña como para adelantarnos e introducir biocarburantes o temas como el hidrógeno en nuestro negocio pero somos muy conscientes de las emisiones', afirma.Además, en su conversión en espacios multimedia se utilizan materiales reciclados, reutilizados o de bajo impacto ambiental. Las pinturas, maderas y mobiliario se eligen siguiendo también estos criterios verdes y se procura su reutilización en las siguientes iniciativas.No es extraño, por lo tanto, que muchas de sus campañas tengan que ver con la educación ambiental. La campaña firmada con Générale des Eaux tiene que ver con consumo responsable de agua. Para Baleares, construyeron un aula de educación ambiental, que servía de observatorio de la fauna y el espacio educativo gallego sobre el agua poseía un pequeño río acristalado en el pasillo.