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Presupuestos del Estado

CiU logra arañar 90 millones en los Presupuestos de 2007

Convergència i Unió ha optado por digerir con sosiego la permanencia en la oposición en Cataluña y ha respetado el pacto al que había llegado con el vicepresidente económico, Pedro Solbes, para apoyar los Presupuestos del Estado del año que viene. Ayer arrancó en el Congreso 90 millones más de inversión para su comunidad, en clara competencia con el PSC y Esquerra Republicana.

Han pasado ya las elecciones autonómicas, pero no por ello los principales partidos catalanes han renunciado a exhibir ante sus electores el fruto de sus esfuerzos negociadores con el Gobierno central. La Comisión de Presupuestos se convirtió ayer en un foro de demostración por ver quien lograba canalizar mayores inversiones estatales hacia Cataluña en la recta final de la negociación presupuestaria en el Congreso. CiU arrancó 90 millones y el PSC una cifra similar, a través de enmiendas que, en su mayor parte, recibieron también el respaldo de los republicanos.

Entre el medio centenar de enmiendas que CiU consiguió sacar adelante, en su mayor parte procedentes del pacto suscrito antes de las elecciones entre su portavoz, Josep Antoni Durán i Lleida, y el vicepresidente Pedro Solbes, destacan casi una treintena por importe de 37 millones de euros que irán destinados al mantenimiento de las carreteras, obras en los ejes viarios de Cataluña, mejora de las cercanías a Barcelona, actuaciones de protección de la costa, promoción de la investigación y desarrollo, dotación para centros científicos e instituciones médicas. El resto del paquete de enmiendas defendidas por los nacionalistas catalanes que finalmente prosperaron supondrán un aumento del gasto social que ronda los 50 millones de euros, parte de los cuales se dedicarán a programas de erradicación de la pobreza, un plan de acción para discapacitados y la creación de plazas para atención de menores de tres años.

Otra iniciativa de CiU compromete al Gobierno central en la mejora de las pensiones anteriores a 2002 cuyos beneficiarios son trabajadores despedidos con una edad superior a 60 años que hayan cotizado, como mínimo, 35 años. La enmienda responde al acuerdo alcanzado hace meses con los sindicatos, que estaba pendiente de regulación.

El Ministerio de Trabajo también se ha comprometido mediante otra enmienda patrocinada por los nacionalistas catalanes a establecer una relación entre los índices de siniestralidad laboral de los diferentes sectores respecto a las cotizaciones a la Seguridad Social en concepto de contingencias profesionales. El objetivo es que las empresas con un índice de siniestralidad inferior a la media de cada sector puedan beneficiarse de reducciones en las primas que abonan.

En el PSC se acogió ayer con satisfacción esta actitud de CiU. Su coordinador en Las Cortes, el diputado Daniel Fernández, señaló que 'a pesar de estar pasando esta semana por una situación difícil', CiU 'sabrá afrontar este momento político con rigor, seriedad y serenidad, anteponiendo los intereses de los ciudadanos y ciudadanas de Cataluña a las legítimas aspiraciones frustradas del señor Artur Mas'.

Fomento y Medio Ambiente

El propio PSC ha tenido también interés en exhibir sus esfuerzos por canalizar hacia Cataluña mayores inversiones de las inicialmente previstas en el proyecto de ley de Presupuestos remitido por el Gobierno al Congreso. En total, las enmiendas defendidas por sus 21 diputados superan los 97 millones de inversión en esta comunidad, procedentes, sobre todo, de los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente.

ERC pactó con el PSOE otro medio centenar de enmiendas, en parte coincidentes con las de CiU, que suman 90 millones en inversiones a Cataluña, la comunidad valenciana y Baleares, tres territorios que concentran la mayoría de sus votantes.

El Gobierno teme problemas en el Senado

La facilidad con la que van a ser aprobados la semana que viene en el pleno del Congreso los Presupuestos de 2007, en buena medida gracias al acuerdo alcanzado con CiU antes de las elecciones catalanas, puede disminuir en el Senado, donde el PP está a sólo cinco escaños de la mayoría absoluta. El Gobierno teme que los nacionalistas ensayen una especie de ajuste de cuentas con los socialistas en la Cámara Alta para emitir ante sus electores catalanes que la renovación del tripartito y la marginación de CiU tiene un precio.La experiencia más reciente de algo parecido se ha producido en la tramitación de la reforma fiscal, que fue dada la vuelta como un calcetín en el Senado con los votos del PP, CiU y el concurso añadido del PNV. El proyecto de ley pudo ser reconducido por el Grupo Socialista en el Congreso gracias a la colaboración de estos mismos grupos, pero esto sucedió antes de las elecciones catalanas. Por lo tanto, a finales de mes pueden producirse sorpresas en la tramitación presupuestaria que provoquen algún quebradero de cabeza al Gobierno, ya que se vería obligado a recomponer los Presupuestos a su regreso al Congreso con la ayuda de Esquerra Republicana, el PNV, Coalición Canaria y parte del Grupo Mixto. 'Con alguna enmienda no prevista que se nos colara en la revisión final del texto pueden moverse centenares de millones', advierten fuentes del PSOE, conscientes de que CiU puede ejercitar una especie de emboscada final que ponga en apuros al Gobierno.IU, Coalición Canaria y el Partido Nacionalista Vasco son los grupos que menos problemas suponen para el Ejecutivo, pues con ellos el acuerdo presupuestario está casi totalmente cerrado.

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