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Resaca elecciones catalanas

El PSOE negocia con ERC los Presupuestos cerrados con CiU

El acuerdo alcanzado entre el PSC, ERC e Iniciativa para reconstituir el gobierno tripartito en Cataluña obligó ayer tarde al PSOE a retomar la negociación con los republicanos en el Congreso de los Diputados para sacar los Presupuestos de 2007 adelante con el máximo apoyo parlamentario.

La clara apuesta por Convergencia i Unió que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, hizo durante la primera etapa de la negociación presupuestaria ha tenido que ser reconsiderada a la vista del mapa político que han alumbrado en Cataluña las elecciones del pasado 1 de noviembre. Ayer tarde, sendas delegaciones del Grupo Parlamentario Socialista y de Esquerra Republicana se reunieron en Madrid para renegociar contrarreloj las enmiendas parciales a los Presupuestos estatales de 2007 que hoy se debaten en comisión, después del pacto que Economía había cerrado con Convergencia i Unió. ERC defendió hace quince días su enmienda de totalidad a los Presupuestos junto con el PP y vio como CiU retiraba la suya gracias a dos cesiones del Gobierno que apenas le comprometían: la primera consistía en realizar una evaluación regular de la ejecución presupuestaria de las inversiones comprometidas y la segunda en revisar el cálculo por el que se decidirán estas inversiones para los próximos siete años una vez se constituyera el nuevo Gobierno en Cataluña. Al haber quedado CiU fuera de juego en el mismo queda claro que la coalición le extendió a Solbes un cheque en blanco.

Esquerra afrontó la negociación de ayer tarde con el PSOE con la premisa de que el Gobierno debe hacer un gesto público que le permita su apoyo a los Presupuestos. Para ello estima que hay un margen de 200 millones de euros que se dispone a exprimir a partir de hoy mismo durante la discusión de las enmiendas parciales en el trámite de comisión. Esta había sido la primera vez desde 2004 que Esquerra no había firmado ninguna enmienda conjunta con el PSOE.

ERC ha registrado en el Congreso 534 enmiendas que, de aceptarse en su totalidad, supondrían una inversión de 929 millones de euros extra para Cataluña, 469 para la comunidad valenciana y 88 para las islas Baleares. Estas enmiendas fueron presentadas por Esquerra en plena batalla electoral y, por tanto, son susceptibles de ser peinadas en la negociación que ayer inició con el PSOE.

Los republicanos piden un gesto que les permita apoyar las cuentas de 2007

Las reclamaciones más perentorias de los republicanos dencansan en un aumento de 100 millones para el fondo de atención a la inmigración, presupuestado inicialmente por el Gobierno en 180 millones. Además, ERC reivindica un fondo para el rescate de peajes que aumentaría en 200 millones la transferencia prevista a la Generalitat. La creación de este fondo fue una novedad que Esquerra logró incorporar a los Presupuestos del año pasado.

Al margen del revés que para buena parte del PSOE y del Gobierno ha supuesto la renovada apuesta por ERC que ha hecho el PSC en Cataluña, la mayor parte de los proyectos económicos que están en trámite parlamentario no peligran, pues los socialistas pueden valerse de un amplio abanico parlamentario, incluso en el caso de que CiU lleve hasta las últimas consecuencias su advertencia de que la colaboración con el Ejecutivo central ha terminado.

En la mayoría de los proyectos, esta mayoría se sustentará en el apoyo que prestarán al Gobierno ERC, IU, Coalición Canaria, el PNV y buena parte del Grupo Mixto.

Más dificultades en el Senado que en el Congreso

El previsible distanciamiento de CiU del Gobierno puede causarle más quebraderos de cabeza en el Senado, donde el PP se sitúa a sólo cinco escaños de la mayoría absoluta, que en el Congreso, donde dispone de mayorías alternativas más holgadas. En la Cámara Alta, la suma del PP y CiU aporta 131 votos, uno por encima de la mayoría absoluta. Los nacionalistas han jugado a fabricar este tipo de mayorías alternativas en el Senado en leyes tan importantes como la de la reforma fiscal, obligando al PSOE a retocarlas cuando han vuelto al Congreso. Esta situación puede darse también en la tramitación de los Presupuestos para 2007 y redundará en un mayor volumen de trabajo para el Grupo Socialista, pues se verá obligado a retocar el proyecto de ley en la Cámara Baja. A efectos prácticos, pues, el distanciamiento de CiU del Ejecutivo apenas tendrá incidencia, según el análisis que se hace en las filas del grupo parlamentario mayoritario.La comisión permanente del PSOE analizó ayer las consecuencias de la formación de un nuevo tripartito en Cataluña. Su portavoz, Alfonso Perales, señaló que los socialistas continuarán buscando el entendimiento con CiU. La impresión más extendida en la sede federal de la calle Ferraz es que, en según que leyes, seguirá siendo posible pactar con los nacionalistas catalanes. El propio líder de Unió Democrática, Josep Antoni Durán i Lleida, abrió ayer esta posibilidad, que vinculó 'a la disposición del PSOE'.

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