Samaipata, frontera inca
Declarado Patrimonio de la Humanidad, este sitio boliviano descubre al visitante una ciudad tallada en la roca y construcciones de diversas épocas. En su espesura fue abatido Ernesto Che Guevara
No es una ciudad como las demás. La singularidad de Samaipata reside en que está tallada en la roca, en un bloque de arenisca roja de casi 200 metros de largo por unos 60 de ancho. Eso es lo que llaman 'El Fuerte'. Alrededor, hay construcciones de épocas diversas, algunas preincaicas, otras de la época colonial; y por supuesto, murallas, templos y una kayanca (¿almacén? ¿cuartel?) de los incas. El conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001. Hace quince años, nadie tenía idea de que existieran estas ruinas; nadie, excepto los lugareños. Y, claro está, unos pocos eruditos.
Uno de los más madrugadores fue el naturalista bohemio Tadeusz Haenke, quien en 1795 anotó sus observaciones en un diario todavía no transcrito ni publicado; el manuscrito se intitula Plantae Samaipatensae, y está depositado en el archivo del Real Jardín Botánico de Madrid.
Más tarde, entre 1830 y 1832, estuvo por allí también el naturalista francés Alcides d'Orbigny. Y ya mucho más tarde, Eric von Däniken aventuró que aquella mole de arenisca era una plataforma de despegue y aterrizaje de naves extraterrestres. Escribió esta tontería sin haber estado jamás allí. Pero gracias a su bufonada, mucha gente tuvo noticia del lugar.
El pueblo es deliciosamente naif, parece detenido en una imprecisa época colonial. Ha empezado a descubrir al turismo y está abriendo agencias para excursiones
Y es que el bloque de arenisca tallada que llaman 'el Fuerte' presenta unas enigmáticas incisiones en forma de zigzag, que bien podrían ser canales para dejar discurrir algún tipo de libación, sangre, agua o chicha. No se sabe muy bien para qué servía todo aquello, pero parece ser que además de tener función defensiva y administrativa, servía como lugar de culto, dada la presencia de altorrelieves de pumas que acompañan a los zigzags: forman el dorso de la serpiente (la sierpe y el felino, en la mitología incaica, están estrechamente relacionados con el Sol).
No fueron los incas, al parecer, los primeros en ocupar el lugar. Restos de cerámica indican que antes estuvieron los mojocoyas, hacia el año mil de nuestra era. Pero los incas hicieron suyo aquel puesto estratégico que marcaba una de las fronteras orientales de su imperio: un bastión providencial en sus luchas continuas con los pueblos guaraníes de la selva amazónica.
Una selva cerrada y virgen, donde siguen agazapados jaguares y pumas, aunque se haya 'civilizado' en parte, convirtiéndose en el Parque Nacional Amboró. Está en el camino de Santa Cruz a Cochabamba, separadas por 500 kilómetros de distancia. Hasta 1964 no había carretera, se tardaba veinte días en cubrir esa distancia; ahora se tarda una tres horas desde Santa Cruz al pueblo de Samaipata, que está a un par de leguas de la ciudadela inca.
Desde que es patrimonio de la humanidad, el sitio ha mejorado mucho: hay un centro de acogida y el recorrido está bien dispuesto, con escaleras y miradores, para ver sin pisar. Las panorámicas sobre la selva son deslumbrantes. En esas espesuras fue abatido a tiros Ernesto Che Guevara, y en el pueblo se puede contratar una excursión que revive 'la ruta del Che'.
El pueblo -que también tiene un museo chico pero interesante sobre 'El Fuerte', con cerámica y piezas originales- es deliciosamente naïf; parece detenido en una imprecisa época colonial.
La gente está empezando a descubrir qué es eso del turismo, y han abierto agencias para excursiones, como la mencionada ruta del Che, lagunas Volcán y Quirusilla, Parque Amboró y cascadas de Los Chorros. Además, hay complejos con cabañas, y organizan mercadillos con artesanía, vinos, licores y hortalizas biológicas... Un lugar, en fin, donde aún es posible sentirse un tanto pionero.
Guía para el viajero
Cómo ir:Desde Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) se tarda unas tres horas en llegar. Hay micros que salen todos los días a las 16.00 horas desde Avenida Grigotá (rotonda 3er Anillo), y minibuses que salen a las 17.00 desde Avenida Omar Chávez 111 (teléfono: 336 2312, precio: 2,50 dólares). Pero lo mejor es alquilar un coche o tomar un taxi. æpermil;stos salen de la Avda. Omar Chavez, esquina Soliz de Holguín (teléfono: 333 5067, precio: 4 dólares). Para el regreso: salida de taxis en el surtidor (tel: 944 6133/6016) y micros, en la plaza principal, todos los días a las 04.00 a.m. (domingos, entre las 12.00 y las 16.50). Taxis privados en Samaipata las 24 horas. Tel: 944 6050 / 6170 / 6024 / 6293.Dormir y comer¦bull; La Víspera (944 6082, www.lavispera.org, vispera@entelnet.bo), es una finca de seis hectáreas con cabañas y habitaciones, café jardín y distintos servicios turísticos.¦bull; Quinta Piray (944 6136, www.samaipata.com, quinta-piray@cotas.com.bo), tiene gran capacidad y servicios.¦bull; Cabañas de Traudi (944 6094, www.traudi.com, traudiar@cotas.com.bo).¦bull; Landhaus Restaurant (944 6257, landhaus@cotas.com.bo), sirve comida típica e internacional, postres alemanes y también comida vegetariana.¦bull; Sino, Achira Resort (352 2288, bolivia.resort@sscbbs-bo.com), es un amplio complejo con camping y piscina.