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Alemania

El extraño caso de los billetes de euros que se desintegran

La policía y las autoridades monetarias alemanas se encuentran ante un misterioso caso: en los últimos meses se han multiplicado los casos de billetes de euros que se desintegran solos. Aunque no se descarta ninguna de las hipótesis, las autoridades afirman que no hay indicios que apunten a un trasfondo criminal.

Tanto el Bundesbank como el Gobierno alemán confirmaron a última hora de ayer las informaciones publicadas por el diario germano 'Bild', según las cuales se han contabilizado ya 1.500 billetes que se han deshecho desde el pasado junio, sobre todo en el norte y este de Alemania.

Las oficinas de investigación criminal de Renania Palatinado y Berlín han podido comprobar que la destrucción tiene una causa química, ya que en todos los billetes descompuestos se han detectado restos de ácido sulfúrico. Las autoridades aseguraron que las cantidades son tan mínimas que no comportan peligro para la salud de las personas que entren en contacto con los billetes.

Dinero robado, según Trichet

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha manifestado su sospecha de que los billetes puedan formar parte de una partida de dinero robado que haya sido puesto de nuevo en circulación. Trichet precisó que, antes de ser transportados, muchos billetes reciben una capa de impregnación, por ejemplo, con pintura roja, para evitar su robo durante su traslado al banco destinatario, y barajó la posibilidad de que los billetes provengan de una partida robada y que los ladrones hayan intentado quitar la capa de impregnación con alguna sustancia química, dijo Trichet.

La policía de Berlín, sin embargo, ha señalado que por ahora no hay indicios que apunten a un trasfondo criminal. Una de las teorías barajadas por el ministerio federal del Interior es que el deterioro pueda provenir de los cajeros automáticos. Lo que excluyen por ahora todos los expertos es que el ácido hallado en los billetes sometidos a prueba entrara en contacto ya durante el proceso de producción.

Químicos consultados por el 'Bild' señalaron que el proceso de desintegración podría haberse desencadenado tan sólo tras el contacto del billete con la piel. La sospecha concreta barajada por estas fuentes es que los billetes podrían haber sido empolvados con un sulfato que, una vez en contacto con la humedad de las manos, se transformaría en ácido sulfúrico. Esta versión explicaría por qué la destrucción de los billetes ha sido progresiva.

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