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Elecciones Cataluña2006

El voto oculto y la participación dejan en el aire el resultado electoral

El empate técnico entre CiU y el PSC que reflejan algunas encuestas convive con proyecciones demoscópicas que dan a los nacionalistas catalanes una ventaja de hasta 15 escaños. El voto oculto y el porcentaje de participación serán claves en los resultados del miércoles.

Los dirigentes del PSC tienen claro que cuanto más alta sea la participación mayores serán sus posibilidades de llegar e, incluso, superar los resultados de 2003. Pasqual Maragall obtuvo en aquellas elecciones el 31% de los votos y 42 escaños, resultado con el que pilotó una coalición con Esquerra Republicana e Iniciativa que ahora José Montilla sólo parece dispuesto a repetir bajo otros supuestos. El primero y más importante, formar un gobierno estable no sujeto a los vaivenes que ha tenido que soportar el tripartito en estos tres años.

Sin embargo, hay más escenarios poselectorales posibles, todos ellos supeditados a los resultados del miércoles. Fuentes de la dirección de Esquerra Republicana admiten que sería complicado renovar el tripartito si la diferencia a favor de CiU supera los diez escaños. En este supuesto, probablemente ERC se decantaría por mantenerse fuera de cualquier gobierno, digerir en la oposición la presumible jubilación de Josep Lluis Carod-Rovira y esperar pacientemente al mapa que se dibuje después de las elecciones generales. Aún no tiene decidido si prestaría apoyo externo a un Gobierno presidido por José Montilla en el que también estuviera presente Iniciativa. Es una de las opciones que no desprecia en absoluto el cabeza de lista del PSC, a quien no le disgustaría la posibilidad de ensayar el mismo juego de alianzas móviles que José Luis Rodríguez Zapatero ha probado con éxito en Madrid desde el inicio de la legislatura. Montilla tiene claro que la política de alianzas la decidirá el PSC, pero en su partido no se descarta que, en función de los resultados, se tenga que librar un duro pulso con el PSOE y con la Moncloa a la hora de definir las apuestas.

Gobernar en solitario

Como es lógico, CiU no ha enseñado tampoco sus cartas y espera a conocer el escrutinio del miércoles para medir la capacidad de maniobra que tiene para recuperar la Generalitat con las menores hipotecas posibles. Su líder, Artur Mas, acaricia también la posibilidad de poder gobernar en solitario como hizo Jordi Pujol durante varias legislaturas, conduciendo al PSC a prestarle un respaldo externo que tendría como contrapartida la colaboración estable entre el PSOE y CiU en Madrid. Es la opción que dentro de la coalición nacionalista tendría más seguidores dada la alta contestación previsible a dos combinaciones menos probables: una coalición con Esquerra Republicana o un entendimiento con el PP. La llamada socioconvergencia parece, de momento, fuera de juego.

El alto porcentaje de voto oculto que, según los expertos de CiU y PSC, reflejan las encuestas hace posible cualquier sorpresa. De ahí que los esfuerzos finales de campaña estén centrados en el reclamo del voto útil (PSC y CiU) y en el llamamiento a la participación en las urnas (PSC).

La presión fiscal ha crecido un punto en España, según la OCDE

La presión fiscal, que contabiliza los ingresos por impuestos y cotizaciones sociales en relación al Producto Interior Bruto (PIB), alcanzó en 2005 en España el 35,8% del PIB, lo que supone un punto más que en 2004, cuando se situó el 34,8%.Así consta en el último informe de Revenue Statistics (Estadísticas de Ingresos Fiscales) de la OCDE, a cuyo contenido ha tenido acceso Servimedia. El estudio revela que ese mismo dato subió el pasado año en 17 de los 24 países de los que hay información disponible. Según la OCDE, desde el año 2004, la presión fiscal ha crecido en España en 1,5 puntos. En 2005, además, se situó en el nivel más alto de la historia de la España moderna.

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