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CincoSentidos

La segunda revolución del Somontano

La del Somontano ha sido una denominación pionera en muchas cosas. Desde luego en el mundo del vino aragonés -es, con mucho, la comarca más pujante- sino que también ha marcado pautas en la forma de concebir los vinos actuales. Aunque como DO tiene una historia joven (data de 1984), lo cierto es que a lo largo de este corto periodo de tiempo ha logrado una evolución fulgurante, consolidando sus elaboraciones tanto en el mercado nacional como en el internacional (no hay que olvidar la sólida vocación exportadora de sus bodegas).

Desde inicios de los años 90, Viñas del Vero, Pirineos y Enate son las bodegas artífices del potencial que hoy despliega el Somontano. Fuertes inversiones, tecnología, replantaciones de viñedos, apuestas por las variedades foráneas -que han demostrado una excelente adaptación al terreno- han dado lugar a una amplia gama de vinos modernos y de destacable relación calidad-precio. La mayor parte de la producción (13 millones de botellas de esta DO comercializadas el año pasado) y de los viñedos está en sus manos, aunque existen bodegas históricas como Lalanne (fundada en 1842, cuando llegaron hasta aquí los franceses huyendo de la filoxera) o Fábregas (1882), pequeñas empresas familiares, que han mantenido la tradición vinícola de una tierra ligada al vino desde hace siglos. Hoy son 30 las bodegas elaboradoras en esta región del prepirineo oscense, que está viviendo una segunda revolución con la llegada de nuevos bodegueros avalados por inversiones que se cifran con muchos ceros. Una de ellas es Irius. Proveniente del grupo Proconsol, con más de 60 empresas, entre ellas una bodega en Rioja, ha desembarcado a lo grande: 90 millones de euros para unas instalaciones ultratecnificadas (quieren producir 6 millones de botellas anuales, un volumen que ya alcanza Viñas del Vero), tanto en viticultura como en vinificación, que estarán terminadas en 2007. Con todo, sus vinos, los Absum (tres blancos y tres tintos, uno de ellos 100% tempranillo, una rareza en la zona), se elaboran desde la cosecha 2003.

Con la misma añada sacó sus primeras etiquetas al mercado la también vanguardista Laus (con un coste de 50 millones de euros), propiedad de Luis Zozaya, un conocido constructor de Zaragoza. El proyecto completo, aún en fase de ejecución, contempla un complejo enoturístico con hotel, spa, gimnasio, restaurante y salas de congresos junto a la propia bodega, un logrado diseño arquitectónico concebido en función del vino. Dirigida por Mariano Beroz, viticultor y actual presidente de la DO, elabora los Laus (blanco, rosado y tintos coupages).

Irius ha invertido 90 millones de euros en unas instalaciones 'ultratecnificadas'

En 2001 la familia Abbad creó Olvena, otra joven bodega con unas modernas instalaciones ya terminadas y funcionando a pleno rendimiento. Con una filosofía que pasa por la producción de vinos de amplio espectro (tienen ocho vinos en el mercado), de cuidada imagen y precios comedidos, tiene en el Hache (garnacha y syrah), la estrella de la casa.

A los bodegueros ya consagrados no parece importarles muchos la irrupción de esta fuerte y nueva competencia, que ven como un estímulo, también en parte porque firmas como Irius pretenden dedicarse en un 80% a la exportación.

Apostando por el enoturismo

En Burdeos, Napa Valley, Toscana o el Valle del Rhin las rutas del vino se han consagrado como un importante aliciente turístico, además de una fuente de ingresos nada desdeñable. En España es una actividad en ciernes con buenas expectativas que la DO Somontano no quiere desaprovechar. El consejo regulador, con el apoyo de la Comarca del Somontano y el Ayuntamiento de Barbastro -capital del vino de esta zona- ha establecido distintas rutas del vino que permiten conocer sus bodegas (Viñas del Vero, Pirineos, Enate, Lalanne, Raso Huete, Fábregas, Blecua y Olvena), probar sus vinos, asistir a cursos de cata y empaparse de cultura y el paisaje de esta atractiva región, situada al pie de los Pirineos. Alojamientos en entornos singulares, hotelitos con encanto, gastronomía, tiendas donde comprar vinos y productos, forman parte también de las actividades por las rutas del Somontano, canalizadas a través de la oficina de turismo de Barbastro (974 308 350).

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