Falta de información a los minoritarios
La apuesta de tres grandes constructoras, ACS, Acciona y Sacyr, por el negocio de la energía ha cogido con el pie cambiado a sus accionistas. Pasada la sorpresa inicial, el hecho es que las tres se han convertido, o están en vías de hacerlo, en dueñas de las tres grandes eléctricas y de la primera petrolera. Los Entrecanales, a través de Acciona, se han asegurado el 20% de Endesa, mientras ACS, la empresa que preside Florentino Pérez, controla el 10% de Iberdrola y el 35% de Fenosa y el grupo presidido por Luis del Rivero tiene el 9,95% de Repsol con intención de llegar al 20%. Desde los respectivos desembarcos, todos en el último mes, los inversores se preguntan cuál es la razón última de estas grandes inversiones (16.000 millones, global) y, sobre todo, qué impacto tendrán en las compañías de las que son accionistas. Y se han encontrado con que no ha habido respuestas o han sido insuficientes.
Lo más llamativo de estas operaciones en cadena es que están teniendo muchos más datos sobre ellas en Estados Unidos que en España, donde los inversores sufren una cuestionable falta de información. Esto se ha producido porque la Comisión del Mercado de Valores estadounidense (SEC) exige por ley más detalles sobre las adquisiciones. En algunas de las empresas implicadas justifican que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aquí no los exige y por eso no los suministran. Sin embargo, la realidad es que claves importantes de los planes de Acciona en Endesa y de Sacyr en Repsol, como la intención de tener representación en los consejos de estas participadas o la vía abierta a la venta en los dos casos, se han difundido oficialmente y en primer lugar en la web de la SEC.
Otro ejemplo. La larga lista de condiciones que los bancos han impuesto a las constructoras (en los dos casos citados, el Santander) en los préstamos y que dan la medida del impacto financiero que tendrán estas grandes adquisiciones no se han comunicado ni a la CNMV (sólo en el caso de Acciona y después de dar los datos en EE UU dado su conflicto en los tribunales con Eon) ni a los medios de comunicación. Uno de los argumentos manejados es que son 'confidenciales', lo que se contradice con que en Nueva York sean públicos y accesibles en Internet.
El inversor se documenta en Estados Unidos en lugar de en la CNMV
Al final, los principales afectados por esta asimetría en la información son los minoritarios, que tienen menos medios que los inversores institucionales para acceder a las fuentes de información directas. Tampoco parece un requisito exigible para todo inversor que sepa comprender documentos en inglés. En este culebrón energético, los medios de comunicación han intentado suplir esta laguna informando. Pero incluso éstos se han visto limitados a la hora de tener acceso a ciertos datos.
Sólo Sacyr Vallehermoso explicó públicamente el desembarco en Repsol el mismo día que lo anunció. Ni Acciona ni ACS lo hicieron. De hecho, de los detalles de la operación de esta última en Iberdrola no se tiene noticia ni en la SEC.