Sebastián competirá con Gallardón
El dolor de cabeza en el que se había convertido para el PSOE la trabajosa búsqueda de candidato a la alcaldía de Madrid finalizó ayer. Miguel Sebastián, asesor económico del presidente del Gobierno en La Moncloa, competirá con Alberto Ruiz-Gallardón.
La noticia, acogida con alborozo por todos los sectores del PSOE y también por el Gobierno, incluido el vicepresidente económico, Pedro Solbes, fue anunciada en la sede federal de la calle Ferraz por el secretario general del Partido Socialista de Madrid, Rafael Simancas, delante de Miguel Sebastián y también de José Luis Rodríguez Zapatero. Se respetaron, pues, las formas aunque el propio presidente del Gobierno evidenció su compromiso personal con esta decisión, dato que no pasó desapercibido a Alberto Ruiz-Gallardón: 'Zapatero deberá asumir la responsabilidad del resultado electoral', sentenció el alcalde.
El presidente comentó que hacía meses que llevaba pensando en esta posibilidad. Pudo despejar la incertidumbre en la noche del pasado martes cuando a su regreso de Barcelona, donde había participado junto al propio Sebastián en una comida con empresarios, éste último le dio su sí definitivo. Sólo quedaba preparar el anuncio, que se decidió para la mañana de ayer cuando el presidente todavía no se había repuesto del duro golpe que para el proceso de paz puede significar el robo de dos centenares de armas perpetrado presuntamente por ETA en el sur de Francia, a pesar del oxígeno recibido por el Gobierno en el Parlamento europeo.
Zapatero despidió al hasta ahora su principal asesor económico con grandes elogios. Reúne, dijo, eficacia, modernidad y prestigio, ha sido el artífice de gran parte de la política económica del Gobierno y un 'ariete decisivo' en la definición de un proyecto 'que ha situado a España en las mejores condiciones conocidas desde hace décadas'. El presidente alabó también su 'valentía para asumir el reto' y se mostró 'plenamente convencido' de su futura victoria frente a Ruiz-Gallardón.
Sebastián agradeció la confianza depositada en él por el Partido Socialista y se comprometió a diseñar un proyecto dirigido, sobre todo, a los jóvenes, a los trabajadores que sufren a diario las incomodidades del tráfico, a los aspirantes a una vivienda y a la tercera edad. Apuntó, pues, cuatro de los colectivos más sensibles en la futura pugna electoral. 'Voy a poner toda mi pasión y mi compromiso en este reto', señaló.
Vacante en La Moncloa
La Oficina Económica de La Moncloa, que hasta ahora ha dirigido con categoría de secretario de Estado, quedará muy probablemente en manos de algunos de sus colaboradores más cercanos. Según fuentes gubernamentales, le sustituirá 'quien él decida'. Sus más cercanos en estos años han sido Pedro Marín y Javier Vallés, dos economistas de gran prestigio de un perfil político inexistente y, por tanto, escasamente polémico.
La segunda gran decisión que Sebastián deberá tomar en las próximas semanas con la ayuda del PSOE será quien coloca como número dos de la lista por Madrid al Ayuntamiento. Se da por descontado que será una mujer con peso político y gancho electoral. El reto es doble: movilizar de aquí al mes de mayo al electorado de izquierda y, al mismo tiempo, arañar ese 8% de votantes potenciales del PP que, según las encuestas, no identifican a Ruiz-Gallardón con las principales señas de identidad de su partido. El ex ministro de Defensa José Bono se ajustaba muy bien a este último objetivo, pero desairó al PSOE y al propio Zapatero, para tranquilidad del actual alcalde.
Buena parte de los ministros se deshicieron también ayer en elogios hacia Miguel Sebastián. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, uno de los que más han tenido que compartir con él en los últimos tres años las principales decisiones de política económica, señaló que es un 'excelente' candidato a la Alcaldía, institución que en sus manos, 'estaría muy bien gestionada'.
Todo pasión Madrileño y con 49 años.
Zapatero conoció a este prestigioso economista antes de convertirse en secretario general del PSOE en julio de 2002. Cuando fue aupado al cargo no dudó en incorporarlo a su equipo de confianza, donde se encargó de elaborar el grueso del programa económico con el que el partido concurriría a las elecciones de marzo de 2004. Sebastián no esperaba la victoria del PSOE, para la que había trazado un horizonte de otros cuatro años, por lo que el triunfo del 14-M le cogió desprevenido y, en todo caso, sin el ánimo templado para ser ministro de Economía. Zapatero le colocó al frente de la Oficina Económica de La Moncloa, desde la que en estos tres años ha sido uno de los principales interlocutores con el agitado mundo financiero y empresarial. æpermil;l mismo recordó ayer su paso por la Universidad, por el BBVA, por la empresa privada y por la Administración. Pero, por encima de todo, subrayó su pasión por todo lo que hace.