Grupos sin identificar utilizan el §spam§ para manipular los mercados financieros
La alerta de Outlook avisa de que ha llegado otro correo. Tiene pinta de §spam§, pero el asunto que lo encabeza no es el clásico ¢alargue su pene¢ o ¢compre propiedades a precio de ganga en Florida¢. En su traducción al castellano viene a decir algo así como ¢recomendación de acciones: no deje pasar esta oportunidad¢. Es sólo uno de tantos mensajes que en los últimos tiempos reciben decenas de miles de usuarios en todo el mundo, y aunque no deja de ser una clase más de §spam§, puede sacudir brutalmente la cotización bursátil de una pequeña compañía.
Esta última vuelta de tuerca al correo no deseado va más allá del negocio tradicional del spammer. Si hasta ahora se trataba de publicitar productos y servicios, ahora se trata de manipular el precio de las acciones de compañías que cotizan en los mercados de valores estadounidenses.
La compra venta de acciones ya no es una cuestión local. Casi cualquier servicio de §broker§ on line permite al usuario, negociar valores en las bolsas estadounidenses, con comisiones cada vez más bajas. En España, ebankinter, OpenBank o Uno-e son ejemplos de lo sencillo que es invertir en mercados financieros fuera de España. Basta con abrir una cuenta en una de esas agencias de intermediación, y en cuanto el saldo es positivo, se pueden realizar operaciones casi en tiempo real, desde el ordenador de casa.
Esto, que ocurre en decenas de países de nuestro entorno, ha hecho que las principales plazas financieras de Estados Unidos estén al alcance de prácticamente cualquier persona de clase media, en casi cualquier parte del mundo. Quienes están detrás de estos intentos por manipular los mercados lo saben, y se aprovechan de ello.
Las compañías pequeñas, principal objetivo
Para ello, eligen una compañía generalmente de pequeño tamaño, prácticamente desconocida, con acciones de precios reducidos, con poca capitalización bursátil (pocas acciones en circulación) y con poco volumen de negociación (pocas operaciones de compra venta). Son los valores que en el mundo bursátil español se conocen como ¢chicharros¢, y sus características hacen que unas pocas compras se traduzcan rápidamente en fuertes movimientos de precios al alza.
Tras esta elección, realizan un envío masivo de un correo electrónico en el que las palabras suelen ser poco importantes, ya que se utilizan sobre todo para confundir a los detectores de este tipo de §mails§. La información esencial está contenida en una imagen en la que se reflejan, en texto, datos como el nombre de la empresa, su §ticker§ (la abreviatura del nombre con la que trabajan los brokers, y que permite ver más fácilmente la cotización, además de utilizarse en las operaciones compra venta), y su precio actual.
Debajo constan, invariablemente, frases como ¢subirá un 300% en dos días¢ o ¢su precio actual se multiplicará por seis antes de que acabe la semana¢. Para rematar el anzuelo, el mensaje termina con una exclamación: ¢Esté atento a la subida imparable de este título el miércoles 25 de octubre¢.
Subidas de un 80% en un día
Lo cierto es que normalmente este tipo de campañas suelen conseguir su objetivo: inflar durante una sesión bursátil la cotización de una compañía. Se pueden ver así casos como el de los títulos de una compañía llamada Las Vegas Cent Reservations. Un mensaje, recibido el día 18 de septiembre, aseguraba que la cotización de la compañía se dispararía desde 1,25 dólares por acción, un nivel del que no se había movido en semanas, hasta el rango de los 4 a 6 dólares.
Y sin que hubiese ningún anuncio por parte de esta compañía, el volumen de negociación de estas acciones se disparó hasta rozar las 700.000. Todo un hito, teniendo en cuenta que a diario ese volumen era prácticamente igual a cero. Nada más abrir la sesión de ese día se pagaban 1,8 dólares, y en algún momento llegaron a cambiarse por 2,25 dólares, un 80% más.
Otro ejemplo más, escogido al azar. El de Trimax Corporation. Un correo aseguraba que esta compañía, que cotiazaba a 0,38 dólares la acción, llegaría a valer 1,50 ¢a corto plazo¢. Y señalaba, como antes, una fecha para la compra: el 5 de septiembre. De que el correo tuvo efecto da buena cuenta el registro de cotizaciones de ese día: el volumen de transacciones se catapultó hasta rozar los 3 millones, frente a las menos de 100.000 que solían negociarse a diario. El precio subió por su parte desde los 0,38 dólares hasta 0,5, una ganancia que medida en términos absolutos es pequeña, pero que en términos porcentuales supone el 76%.
Manipulación del mercado
Sobre este tipo de acciones, la Comisión Nacional del Mercado de Valores españolas es muy clara, y recuerda que la legislación española de bolsa tipifica estas conductas como cualquiera que tenga por objetivo manipular el mercado. Aunque el regulador español reconoce que todavía no tiene constancia de denuncias de esta clase en España, señala que de haberlas, se instruiría ¢el correspondiente procedimiento administrativo sancionador¢, que conlleva fuertes multas.
Panda Software, empresa española dedicada al desarrollo de programas de seguridad, y fabricante de Panda Antivirus, señalaba la semana pasada a este nuevo §spam§. El director de PandaLabs, Luis Corrons, reconocía que ¢por lo que hemos visto, es bastante eficaz¢.
Sobre el origen de estos ataques, Panda considera como opción más probable la de que sean usuarios particulares, organizados o no, los que articulan estas campañas de §spam§ sobre acciones, para comprar barato y vender tras crear el rumor, aunque tampoco descartan otra posibilidad: que sean las propias empresas quienes intentan animar su cotización en bolsa.
Una de las conclusiones de Corrons es, sin embargo, inquietante: ¢no sería descabellado pensar que, en un futuro, este tipo de ataques puedan ser utilizados no solamente para ganar dinero de forma directa, sino incluso como un arma contra las empresas¢. Y es que si funciona al alza, nada impide que también lo haga a la baja.