Las cajas defienden una nueva política de cobrar siempre por servicio prestado
La banca española se ha convertido en la más eficiente de Europa gracias a fuertes recortes en los gastos de personal, según un informe presentado ayer por la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA). Sin embargo, las entidades 'están llegando al límite' y, de no comenzar a cobrar por los servicios prestados, 'caerán en la anorexia'. Bancos y cajas obtienen unos ingresos por habitante de 901 euros, el coste bancario por habitante más bajo de Europa.
El sector financiero español puede presumir ante sus vecinos de ser el más solvente, competitivo y eficiente de todo el continente. Un estudio comparativo sobre los bancos europeos (con datos a 2003), elaborado por la consultora Deloitte en colaboración con la CECA, pone de relieve que la industria bancaria española es una de las más desarrolladas de Europa: cuenta con la mayor proporción de oficinas y cajeros por habitante, ofrece la gama más amplia de servicios a precios inferiores a la media comunitaria y está sometida a una supervisión más estricta que la que se da en otros países.
Sin embargo, la situación no es tan idílica como se podría deducir del informe. El subdirector general de la Comisión de Organización, Automatización y Servicios (COAS) de la CECA, Francisco Moraleda, considera que las entidades financieras españolas han realizado 'un enorme esfuerzo en eficiencia', no a base de cobrar más comisiones sino a través de la reducción de costes, especialmente de personal. Esta estrategia tiene un límite, precisó Moraleda, y 'de mantenerse esta línea se caerá en la anorexia'.
Para remediar una situación que provoca 'una enorme preocupación' en el sector, según Moraleda, bancos y cajas deben asumir una política de precios que repercuta en el usuario los servicios prestados. La 'enorme red y posibilidades' de las que disfrutan los clientes 'debe ser cobrada, no más allá de su coste, pero debe cobrarse'.
La tendencia a aumentar el número de servicios por los que cobra la banca parece imparable. 'Los países cuyas entidades financieras han optado por una política de comisiones reducidas se han visto obligados a cerrar oficinas', señalaba Héctor Flores, autor del informe.
La mala prensa de las comisiones
Los responsables de la CECA, conscientes de la 'mala prensa' que tiene el cobro de comisiones a los usuarios bancarios, ofrecieron diversos ejemplos de cómo el sistema financiero español es el que menos 'rentabiliza' a sus clientes. La fuerte competencia existente en España y el bajo volumen de créditos por habitante hacen que sea 'uno de los mercados menos atractivos' para las entidades financieras, según el trabajo de Deloitte. Los ingresos anuales por habitante de los bancos españoles ascendían, en 2003, a 901 euros, los más bajos de todo el continente y 10,3% menos que la media europea.
Otra de las soluciones que apuntaron ayer los responsables de la CECA y de la consultora para superar la situación existente, pasa por reducir el nivel de regulación que hay en la industria bancaria española. El presidente de COAS y director general de Caja Canarias, Álvaro Arvelo, destacó que España es el único país de su entorno sometido a un control previo de las tarifas aplicadas y pidió al Banco de España que sea 'comprensivo y entienda la realidad' del sistema financiero español.
Para ilustrar el problema, Arvelo puso como ejemplo el cobro de comisiones al receptor de una transferencia bancaria, recientemente aprobado por el Banco de España. 'En otros países, si se quiere aplicar una nueva tarifa, no hay que conseguir una autorización previa del regulador, mientras que aquí se tarda mucho tiempo'.
Otro punto que los responsables de la CECA destacaron como una desventaja del sistema bancario español es el papel de las entidades en la recaudación de tributos. España es, junto a Italia, el único país de Europa donde las entidades financieras 'asumen costes relevantes' al facilitar todos sus canales al Estado para la recaudación de impuestos.
Las comisiones merman la eficiencia
El informe de la consultora Deloitte identifica los factores que convierten a la industria bancaria española en la más eficiente de Europa, con una ratio del 54% en 2003, frente al 64% de Francia o el 73% de Alemania. La reducción de los tipos de interés y la presión competitiva restaron cinco puntos al sistema bancario español, al igual que los menores ingresos por comisiones, que restaron tres puntos. La clave para que los bancos españoles hayan reducido en nueve puntos su ratio han sido el esfuerzo para la reducción de costes, especialmente en gastos de personal.