Sony ve inviable cambiar todas las baterías defectuosas
Sony no acaba de cerrar el episodio negro de sus baterías, que ya se ha convertido en el mayor plan de retirada de un producto defectuoso en la industria de la electrónica de consumo. Ayer, la multinacional anunció que retirará otros 3,4 millones de unidades por riesgo serio de recalentamiento, lo que eleva el número total de baterías retiradas a 13 millones. Los últimos afectados son los clientes en EE UU de Gateway, Fujitsu, Toshiba America y la propia Sony, según comunicaron el gigante japonés y la Comisión de Seguridad del Consumidor de Estados Unidos.
Este anuncio se produce una semana después de que la multinacional reconociera que se había visto obligada a retirar del mercado 9,6 millones de baterías y que había reservado 51.000 millones de yenes (unos 427,2 millones de dólares) para hacer frente a los costes derivados.
Acosada por este escándalo, la firma japonesa aseguró ayer en una rueda de prensa que su 'intención es garantizar la satisfacción del cliente y aliviar cualquier preocupación de los consumidores'. Pero el vicepresidente ejecutivo de Sony, Yutaka Nakagawa, reconoció que su compañía no tiene la capacidad suficiente para suministrar las baterías nuevas necesarias para reemplazar las unidades defectuosas de sus clientes, sin abandonar la demanda regular de este producto, informa Bloomberg.
Nakagawa añadió que Sony mantiene conversaciones con los fabricantes de ordenadores para conseguir la ayuda de otros suministradores de baterías. El segundo mayor fabricante de electrónica de consumo del mundo teme que este borrón en su jugoso negocio de baterías incline a sus clientes a decantarse por otros proveedores como Sanyo, quien en 2005 ostentó el liderazgo en el mercado de las baterías de Ion Litio, según la empresa J-Star Global, o Matsushita, que ocupó en ese periodo la tercera posición tras Sony.
La multinacional no quiso desvelar ayer el tamaño de su negocio de baterías, pero sí reconoció que era 'muy importante' y que no tiene intención de 'abandonarlo o de reducirlo'. El analista de Morgan Stanley, Masahiro Ono, estima que las ventas de baterías le reportarán 1.500 millones de dólares este año, el 2% de sus ingresos totales.
El programa de recambio afecta a 'todas las baterías de portátiles del mismo tipo que las que han pedido retirar Dell, Apple y Lenovo' y que fueron fabricadas entre agosto de 2003 y febrero de 2006. 'Confiamos en que el número de baterías que deben ser cambiadas no aumente. Creemos que se han dado ya los pasos adecuados para garantizar la seguridad de los consumidores', afirmó Nakagawa.
Sony ya anunció la semana pasada que contempla unos beneficios netos en el año fiscal 2006 un 38% más bajos que los que había estimado en julio. Ese beneficio quedará reducido a 672 millones de dólares, frente a los 1.092 millones previstos. Aunque la caída obedece también al retraso en el lanzamiento de su videoconsola PS3 en Europa.
Un doble traspié que afectará a su imagen
Sony no tiene previsto penalizar a su alta dirección por este cataclismo empresarial, según ha asegurado la compañía en referencia al presidente ejecutivo de la empresa, el estadounidense Howard Stringer, y a su segundo en el mando, el nipón Ryoji Chubachi, informa Efe. Durante la rueda de prensa celebrada ayer en Tokio, el vicepresidente ejecutivo de la multinacional, Yutaka Nakagawa, pidió disculpas a los usuarios y fabricantes de ordenadores portátiles por lo ocurrido.La compañía es consciente de que el doble traspié -la retirada obligada de las baterías defectuosas y el retraso del lanzamiento en Europa de la consola de juegos PS3- podría afectar a la confianza del consumidor hacia la competitividad tecnológica de la multinacional.