Shell da por resueltos los problemas de su proyecto ruso
La petrolera Shell afirmó el viernes que ya ha solventado las deficiencias del proyecto Sajalín-2, su mayor explotación de petróleo y gas en Rusia, paralizado por el Gobierno de Putin por problemas medioambientales.
La petrolera anglo-holandesa Shell dio por resueltas el viernes las deficiencias medioambientales detectadas en el proyecto Sajalín-2, la mayor de sus explotaciones de petróleo y gas natural en Rusia.
El anuncio se produce menos de un mes después de que el Gobierno de Vladimir Putin paralizara el proyecto, que supone una inversión de 20.000 millones de dólares (16.000 millones de euros), y amenazara con retirarle los permisos y obligarle a rediseñar un gasoducto de más de 850 kilómetros de longitud.
'Hemos solventado el 90% de los problemas', señaló el responsable de salud y riesgos del proyecto, Wayne Harris, que destacó la rapidez con que la empresa ha actuado, lo que a su juicio demuestra que las deficiencias eran mínimas.
Shell es optimista con el futuro de la explotación y considera que podría realizar el primer envío de gas natural licuado (GNL) para septiembre de 2008.
En todo caso, los inspectores de la agencia medioambiental rusa RosPrirodNadzor (RPN) mantienen la vigilancia sobre la explotación, que el ministro de Recursos Naturales, Yuri Trutnev, tiene previsto visitar los próximos días 24, 25 y 26.
El proyecto Sajalín-2 supone la explotación de uno de los mayores yacimientos de gas y petróleo de Rusia, situado en la isla Sajalín, en el Pacífico. Cuando se complete su desarrollo, la explotación permitirá la extracción de 140.000 barriles de petróleo diarios (en la actualidad, el ritmo de producción es de la mitad), así como la operación de la mayor planta de licuefacción de gas natural del país, con una capacidad de 9.600 millones de toneladas anuales. El proyecto está operado por un consorcio que controla Shell, con un 55%, junto a las japonesas Mitsui (25%) y Mitsubishi (25%).
Los analistas creen que la anulación de la licencia forma parte de una estrategia diseñada por el Ejecutivo de Putin para acelerar la entrada de la estatal Gazprom en el proyecto con un 25%. En este marco, el presidente de la gasista rusa, Alexander Medvedev, se ha reunido en los últimos días en Japón con los socios de Shell en el proyecto, así como con algunos de sus futuros clientes.
La rusa Lukoil también sufre inspecciones
El Ejecutivo ruso pretende dejar claro que su renovado celo medioambiental no es una excusa para frenar proyectos energéticos de grandes multinacionales extranjeras, como Shell, Exxon o Total. Así, el ministro de Recursos Naturales, Yuri Trutnev, advirtió el viernes que la petrolera rusa Lukoil podría perder hasta nueve licencias por el incumplimientos de las condiciones ambientales recogidas en los contratos de explotación. Las instalaciones afectadas (principalmente depósitos) se sitúan en Siberia Occidental y en la región de Komi.Lukoil, participada en un 20% por la estadounidense ConocoPhilips, admitió haber recibido las advertencias hace seis meses, pero aclaro que todavía no ha perdido ningún permiso. La petrolera cuenta con 406 depósitos en Rusia y se encarga de la gestión de 17 más en otros países.