El empleado que valía 19 millones
La tentación, el lugar común, es comparar la compra de Youtube por parte de Google es, digamos, una reedición de la euforia de la nueva economía de finales de los años 90. Una compra millonaria de una compañía de nueva creación y cuyo principal activo es que es utilizada gratuitamente por legiones de usuarios. Una compra pagada con acciones que han subido como la espuma en los últimos meses y que ha convertido en multimillonarios a dos veinteañeros. Google ha pagado 24 millones de dólares (19 millones de euros) por empleado. Hay ecos de la burbuja, y no son pocos.
Sería raro que así ocurriera, pues la historia demuestra que las burbujas financieras suelen repetirse en el fondo pero no en la forma, esto es, en el activo que sobrevaloran. Se puede mirar Youtube como una compañía que, como tantas otras, presta servicios de forma gratuita y pierde dinero. Pero es más que eso. Youtube es el Google de las imágenes, un sistema de búsqueda tan simple como eficaz. El gol de Maradona en México 1986 o la última comparecencia de George Bush. Todo está en Youtube. Este sistema de intercambio gratuito de vídeo puede ser la televisión del futuro. Una televisión a la carta, mantenida por sus 100 millones de usuarios.
De hecho, Google ha cerrado esta operación a medida que su propio sistema de vídeo por internet, Google Video, se quedaba atrás respecto a Youtube. Y se trata de la segunda compra relevante de los últimos años, después de haber adquirido Blogger, el sistema de publicación de páginas web personales cuyo éxito es comparable al de las propias Google o Youtube.
Es posible que con los años la compra de Youtube se vea como un ejemplo de despilfarro. Errar es humano. Pero con estos proyectos, más el sistema de publicación de libros en la web y otras iniciativas Google se prepara para lo que pueda venir como no hicieron otras. Y eso se paga. Concretamente, en los 104.000 millones de euros que vale Google.