España, el eslabón más débil en la crisis de EADS
La industria aeronáutica europea, identificada con la historia de éxito de Airbus, ha pasado en 20 meses del infinito al cero. En los últimos tres años, y aún hoy, la empresa ha podido vanagloriarse de ser el líder mundial por pedidos de aviones. En este mismo ejercicio volverá a batir un nuevo récord con la entrega de 430 aparatos. Jamás se construyeron tantos aviones en la Vieja Europa.
Resulta inexplicable que la caída al abismo haya sido tan drástica e irreversible. Pero para demostrar que no se trata de un mal sueño Thomas Enders, el copresidente alemán de EADS, ha advertido que 'necesitaremos una década para volver a alcanzar a Boeing'.
El pronóstico no resultará exagerado ya que la crisis por los sucesivos retrasos anunciados en las entregas del superavión A-380 es sólo la antesala de un fiasco tal vez más grave. La ultratecnológica Airbus está demostrando una incompresible incompetencia para diseñar un avión de largo radio para 300 pasajeros, capaz de responder al desafío lanzado por Boeing con su modelo B-787.
El Gobierno no ha encontrado la fórmula para aumentar la presencia española en el capital de EADS
El fiasco de EADS y Airbus ya ha costado el puesto a buena parte de los directivos que durante las tres últimas décadas han convertido a la multinacional en un proyecto estrella europeo. Ahora la búsqueda de responsabilidades y la adopción de medidas necesariamente traumáticas descienden por el organigrama. Los mensajes lanzados la pasada semana por Enders, por el copresidente francés Louis Gallois y por el nuevo responsable de Airbus, Christian Streiff, no dejan lugar a dudas de que será la compleja estructura industrial de la empresa, con 16 plantas principales repartidas por Europa, quien pagará en última instancia los platos rotos en este frustrado festín.
En el nuevo y dramático panorama de recortes, la parte española de EADS-Airbus aparece como el eslabón más débil de la cadena. Cabe hacerse una pregunta: en estos tiempos difíciles ¿quién va a defender los intereses de España y de su industria aeronáutica en los núcleos de dirección del gigante europeo?
El accionista español en la multinacional, la SEPI, que controla el 5,5%, no tiene derecho a nombrar un miembro de su confianza en el consejo de EADS. Juan Manuel Eguiagaray es miembro de este órgano, pero sólo por una concesión no vinculante de los accionistas mayoritarios.
La representación de directivos, ejecutivos y profesionales españoles en el staff del grupo nunca ha estado más difuminada. En una estructura en la que, para garantizar el equilibrio del poder, existen dos presidentes, uno francés y otro alemán, siempre que se habla de la presencia o la participación española se añade una coletilla con la que se recuerda que 'esto es ya una multinacional, y no tienen cabida los intereses nacionales'.
Los dos directivos españoles con una mayor capacidad de decisión en el conglomerado, Manuel Hita y Francisco Fernández, responsables industriales de Airbus y EADS en España nunca han tenido buena sintonía y su actuación coordinada parece inviable.
Además, la preponderancia de las plantas españolas de Airbus en la tecnología de fibra de carbono, que ha permitido que la participación industrial española en alguno de los últimos proyectos haya llegado al 10%, ha encontrado en la planta de Airbus en la localidad alemana de Nordenham su más peligroso rival.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó durante el lanzamiento oficial del superavión A-380 en enero de 2005 en Tolouse que incrementar la presencia industrial y accionarial en EADS-Airbus era para España una 'cuestión de Estado'. Sin embargo, durante el tiempo transcurrido desde entonces, el Ejecutivo no ha encontrado la fórmula para que la SEPI o empresas privadas nacionales compren hasta el 10% prometido en el capital de EADS.
Más grave aún es la clamorosa inhibición que las autoridades españolas muestran en medio de la tempestad que sacude a Airbus y que puede llevar a pique a la hasta hace pocos meses floreciente industria aeronáutica nacional.