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A la baja

Moody's coloca a Cirsa en vigilancia negativa pese a su mejora semestral

La agencia de calificación Moody's Investors Service ha colocado al grupo de juego Cirsa en vigilancia a la baja a pesar de haber registrado una mejora de sus operaciones durante el primer semestre del año.

Según señala la propia Moody's, el hecho de poner en vigilancia negativa la deuda del grupo catalán se debe a la previsión de que, a pesar de su mejor comportamiento operativo, no se aprecien indicios de que sus cifras financieras vayan a mejorar lo suficientemente rápido como para mantener la recomendación actual a medio plazo.

El grupo fundado por los hermanos Lao cuenta con tres grupos de deuda y Moody's Investors Service ha puesto en vigilancia negativa todas ellas: la calificación Ba3 de Cirsa Business Corporation, SA; la calificación B1 del papel de Cirsa Finance Luxembourg, SA, por importe de 270 millones de euros, con vencimiento 2014, y de Cirsa Capital Luxembourg, SA, por importe de 130 millones de euros, con rating de B2.

En cualquier caso, Moody's prevé que cualquier rebaja en la recomendación de Cirsa como resultado del proceso de revisión estará limitada a un máximo de una categoría. También señala que esa modificación de la calificación se completará en un plazo de tres meses y añade que la revisión se centra en el asesoramiento sobre la evolución de la rentabilidad y las cifras de crédito desde que la calificación cambió a negativo en septiembre de 2005.

Los motivos concretos que argumenta Moody's para adoptar esta decisión son tres: la decisión de la compañía de continuar con su estrategia de crecimiento a través de oportunidades de compras, la alta concentración de la rentabilidad en dos casinos flotantes en Buenos Aires (que están expuestos a cambios regulatorios y a riesgos legales), y las tardanzas asociadas con alcanzar rentabilidad en las divisiones de fabricación y juegos interactivos.

El matiz de la rebaja en la percepción

Cirsa cerró en julio del año pasado la tercera emisión de bonos en el mismo ejercicio con una operación de 130 millones de euros que lideró Deutsche Bank como único colocador. En septiembre de 2005, es decir, tres meses después, Standard & Poor's rebajó la percepción del grupo español, aunque mantuvo la calificación en BB-. Con aquella decisión la percepción de S&P del grupo de juego pasaba de 'estable' a 'negativo'. Esto supone vigilar más de cerca la evolución de la compañía durante los meses siguientes.Ahora, un año más tarde, Moody's Investors Service realiza una maniobra similar ya que, sin llegar a rebajar la calificación, sí sitúa a Cirsa en el punto de mira para observar de cerca sus movimientos futuros y alertar de los riesgos que entraña el negocio del grupo de juego.

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