La zona euro crecerá este año el doble que en 2005, según la Comisión
La Comisión Europea elevó ayer cuatro décimas su previsión de crecimiento para la zona euro, para situarla en el 2,5%. La mejora se debe a los buenos datos de demanda interna, que ya tira del crecimiento más que el sector exterior.
La recuperación económica de la zona euro se asienta, por fin, 'sobre bases sólidas'. Con esta claridad se expresa la Comisión Europea en su informe de coyuntura de otoño, publicado ayer. El crecimiento esperado para el conjunto del año pasa a ser del 2,5%, cuatro décimas por encima del pronóstico de primavera y prácticamente el doble que el registrado en 2005 (1,3%).
El eje de esta infusión de optimismo es la recuperación de la demanda interna. En los últimos años, los Doce se habían salvado de la recesión pura y dura gracias a los buenos resultados de unos pocos países (fundamentalmente, España e Irlanda) y la recurrente fortaleza de las exportaciones de Alemania. Ahora, 'se dan las condiciones para una recuperación del consumo privado, que ha sido punto esencial de la debilidad económica de los últimos años'.
Los índices de confianza, tanto de empresarios como de consumidores, mantienen su escalada, y el mercado laboral evoluciona positivamente, con una 'clara tendencia a la baja' del desempleo. También la producción industrial mantiene el tono, igual que el índice de pedidos PMI elaborado por el Royal Bank of Scotland. Con estos mimbres, la zona euro debería crecer este año 'cerca o por encima de su potencial' en la segunda mitad del año, tras hacerlo a la tasa máxima de la década en el primer semestre (3,4%).
El informe de otoño señala que parte del sobrecoste del crudo revierte a Europa
La Comisión espera 'una cierta desaceleración' del crecimiento en 2007, como resultado de las subidas de tipos de interés, el alza del IVA en Alemania o la previsible moderación de la economía mundial. Sin embargo, el informe sostiene que en la actualidad la economía europea es más resistente a los movimientos adversos, gracias a la 'amplia base' del crecimiento y a la aceleración de la demanda interna. El lenguaje de Bruselas excluye términos como 'incipiente' para referirse a un crecimiento que, por fin, aparece sólidamente asentado.
Riesgos, pero menos
Como es habitual en los informes de coyuntura tanto de la Comisión Europea como del Banco Central Europeo, las instituciones exponen los 'riesgos a la baja' para sus previsiones de crecimiento. La Comisión habla de inestabilidad en el sistema financiero global, así como de una 'percepción ampliamente compartida' de que muchos activos 'pueden estar sobrevalorados'. Y llama la atención sobre el endeudamiento de las familias, que supera el 60% del PIB en el conjunto de la zona euro y 'podría acercarse al 100%' en países como Irlanda, Holanda y España. En la actualidad, las familias españolas deben el equivalente al 80% del producto interior bruto.
Sin embargo, el informe trata de forma novedosa otra de las amenazas al crecimiento más mentadas: la escalada del precio del petróleo. La Comisión asume que la moderación de las cotizaciones en agosto puede ser coyuntural, pero explica que la economía europea ha mostrado 'una destacable resistencia' al encarecimiento del oro negro. Amén de la mayor eficiencia energética, Bruselas se refiere a una cierta reversión de las transferencias de renta que logran los países productores. Así, parte del sobrecoste de la factura energética volvería a Europa en forma de inversiones o de exportaciones a dichos países.
Las mejores expectativas de la Comisión Europea afectan también a España: el crecimiento esperado para 2006 pasa del 3,1% de la previsión de primavera al 3,5% de la de otoño.
El buen clima macroeconómico en la zona euro abona el terreno para que el Banco Central Europeo decida una nueva subida de tipos de interés en su reunión de pasado mañana. Si bien es cierto que la inflación cayó en septiembre hasta el 1,8%, la mayoría de los analistas califican de coyuntural este respiro de los precios. Con la economía creciendo cerca de su nivel potencial y, sobre todo, teniendo en cuenta el reciente empuje de la demanda doméstica, no será de extrañar que la entidad dirigida por Jean-Claude Trichet sitúe este jueves el precio del dinero en el 3,25%.
Las familias españolas, ejemplo del exceso de deuda
La Comisión Europea no es la única entidad que subraya la elevada ratio de endeudamiento de las familias españolas. Bruselas señala a España como uno de los tres países de la zona euro en los que la deuda de los hogares podría alcanzar a medio plazo el 100% del PIB (hoy se sitúa en el 80%). Pero también el Banco de España señala esta debilidad de forma persistente. Los últimos datos publicados, correspondientes al mes de marzo, sitúan dicha deuda en el 115% de la renta familiar disponible. Es decir: los hogares españoles deben un 15% más de lo que ganan cada año.El director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, se refirió ayer a esta ratio en Málaga, informa Europa Press. El analista explicó que el esfuerzo de las familias españolas está 'bastante por encima' de la media de la zona euro, aunque anticipó una moderación futura: 'Las familias tendrán que ir desacelerando su ritmo de endeudamiento porque la subida de los tipos de interés lo va a requerir y porque el nivel de endeudamiento en que ya están les limita su capacidad de seguir gastando'. Malo de Molina confió en que este ajuste sea 'suave y ordenado'.