'Las energías renovables necesitan una regulación estable'
Estima que los objetivos de Eufer son 'ambiciosos'. Invertirán 235 millones en 2007, casi el doble que en 2006. Para ella, el sector necesita 'estabilidad legal'
Soy una reconvertida medioambiental, pasé de la energía nuclear a las renovables'. Rosario Arroyo se define así entre risas aunque rápidamente se desdice: 'la nuclear tiene ventajas obvias, entre otras que no emite CO2'. Ingeniera industrial de profesión, tomó las riendas en 1994 de Unión Fenosa Servicios Especiales. Esta filial de la eléctrica para el desarrollo de las energías renovables se convirtió en Eufer en 2003, con Enel como socio para España y Portugal. Pendientes de entrar en el mercado eólico luso, comienzan un gran proyecto de energía eólica en Extremadura. 'Pero caminamos hacia la biomasa y la energía solar termoeléctrica', afirma.
Si esas energías son el futuro, ¿por qué se están centrando en desarrollar parques eólicos?
Se debe a la evolución natural del sector y de todas las empresas. Ahora mismo participamos en instalaciones de unos 900 MW, en total. La mayoría son plantas de cogeneración, en las que somos socios minoritarios, pero desde hace 10 años desarrollamos energía eólica. Las administraciones apostaron muy fuerte por esta tecnología para cumplir con nuestros compromisos con Kioto, y coincidió con un momento de madurez técnica, que permite hacer instalaciones que duren entre 10 y 15 años. Esto da una viabilidad técnica y económica a la energía que permite que se financien los proyectos. No obstante, en 2006, queremos llegar al entorno de los 1.000 MW en unas 40 instalaciones distintas, con una inversión de unos 123 millones de euros.
¿En qué proyectos se centran para el futuro?
El mercado eólico portugués es prioritario para Eufer. En España, a corto plazo, tenemos pendiente terminar la construcción de cinco minicentrales hidráulicas en Galicia y de tres parques eólicos en Ciudad Real y Palencia. Además, comenzaremos la construcción de tres parques más en A Coruña y Guadalajara.
¿Cuánto van a invertir?
Tenemos un plan de inversiones muy optimista. En 2007, queremos doblar la inversión de este año y llegar a los 235 millones de euros. En tres años, queremos doblar nuestra potencia instalada atribuible hasta los 1.027 MW. También queremos duplicar nuestro Ebitda hasta los 145 millones en 2009.
Fuera del eólico, ¿qué proyectos plantean en otros sectores de energías renovables?
Tenemos prevista ya la instalación de cinco plantas de biomasa y una planta de energía solar en Extremadura. Junto a esto, vamos a presentar cuatro proyectos solares de 50 MW cada uno, con una inversión específica de unos tres millones de euros. Si saliera todo, supondría una inversión de 600 millones de euros. También estamos empezando a interesarnos por los cultivos energéticos.
Dice que Portugal es prioritario. El Gobierno luso rechazó la propuesta del consorcio Ventonorte, en el que participan, para la adjudicación de más de 1.000 MW. Han recurrido esta decisión. ¿Y ahora?
El tema está complicado. Nuestro recurso y el de Iberdrola van a ralentizar y a complicar el resultado final del concurso. En mi opinión, nosotros hemos presentado la mejor oferta y tenemos una vocación clara de trabajar en Portugal. El concurso no es nuestro único proyecto allí.
¿Cómo valora la situación de las renovables en España?
Vivimos un momento con muchas contradicciones. Por un lado, hay un Plan Nacional de Energías Renovables con unos objetivos para 2010 muy ambiciosos, acordes con los objetivos de Kioto para España, y se detecta al menos un cierto apoyo político. Las Comunidades Autónomas tienen su propio plan energético, donde las renovables tienen mucho peso. ¡Sus objetivos sumados son más ambiciosos que los del Gobierno central!. Pero cada dos años, nos cambian el paso en la regulación y eso perjudica muchísimo. Estas tecnologías necesitan un marco normativo estable para desarrollarse.
¿Cuáles son los perjuicios de la inestabilidad?
Los cambios normativos abruptos que vivimos paralizan la actividad. Crea incertidumbre en las empresas, en los promotores en los bancos... Hablamos de un sector muy regulado, en el que las inversiones específicas son altísimas. Y no se recuperan hasta 10 años después. Hablamos de inversiones de 60 o 70 millones de euros para montar un parque de 50 MW.
Y desde el punto de vista de las empresas...
España está a la cabeza del mundo en estas energías. Sus empresas son punteras en muchas de estas tecnologías y no se puede desaprovechar. Además, las instalaciones generan mucha riqueza y empleo localmente. Se impulsan los actores económicos de la zona y motivan el desarrollo. Creo que tenemos un sector del que estar orgullosos y cuidarlo.
'El futuro inmediato son el sol y la biomasa'
'Nos queremos volcar en estas energías', afirma Arroyo aunque opina que aún es pronto para estas energías. 'Están en el punto en el que podía estar la eólica hace 10 años. Son el futuro pero no el presente', afirma la directiva aunque Eufer ya este haciendo sus pinitos en estos campos. Para Arroyo, 'la energía solar termoeléctrica es un mercado emergente, muy interesante'. Esta energía puede, según Arroyo, 'dar una garantía de potencia que otras energías renovables no pueden dar'. La directora de Eufer destaca la dificultad para encontrar emplazamientos adecuados para la instalación de los paneles solares. 'Se necesita un terreno grande y bien orientado, agua para refrigerar, varias circunstancias'. No es problema de la tecnología. 'El mercado internacional es bastante maduro ya', estima.Los problemas para las plantas de biomasa son distintos. La retribución por verter la electricidad generada por esta tecnología es 'atractiva', según Arroyo, pero la dificultad es 'garantizar el suministro de combustible a largo plazo'. Su intención es llegar a acuerdos con empresas. Para la instalación de las cinco plantas de Extremadura, que se alimentan de residuos agrícolas, han llegado a acuerdos con una serie de cooperativas agrícolas. 'Ellas generan esos residuos, tienen un problema del que nos beneficiamos resolviéndolo', agrega.
La eólica dinamiza Extremadura
La eléctrica ha apostado por la dinamización de Extremadura a través de la energía eólica. Uno de los requisitos que impuso la Junta para la creación de un parque de esta energía limpia fue 'crear tres puestos de trabajo por MW eólico instalado', asegura Arroyo. 'Nuestro plan es de 600 MW', afirma. Para cumplir el requisito de la Junta, la eléctrica 'ha llegado a distintos acuerdos, el más importante con la Fundación Maimona'.