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La batalla energética

ACS entra en Iberdrola para integrarla con Unión Fenosa

La defensa numantina del sector energético español iniciada el lunes por Acciona con la compra de un 10% de Endesa continuó ayer con la orden dada por ACS para adquirir idéntico porcentaje de Iberdrola. Esta operación, a 37 euros y un coste de 3.336 millones, es el paso previo a una fusión amistosa entre la eléctrica que preside Galán (que seguiría en su cargo) y Unión Fenosa, filial de la constructora.

Cuando el mercado no había digerido la compra de un 10% de Endesa por parte de Acciona (que aspira a un 25% de la eléctrica opada), ayer por la tarde se conoció un nuevo movimiento defensivo en el sector energético español por parte de otra constructora, ACS, propietaria de un 35% de la tercera eléctrica, Unión Fenosa.

En una operación pactada con los accionistas de referencia de Iberdrola, y sus gestores, ACS, dio la orden a BBVA y Merrill Lynch de adquirir un 10% del capital de la segunda eléctrica a 37 euros por acción, con una prima del 11% respecto a la cotización de ayer. En total, la constructora que preside Florentino Pérez pagará 3.335,7 millones de euros por dicho paquete. Aunque ninguna de las dos empresas ofrecieron información oficial alguna, fuentes cercanas a la operación confirmaron que se trata 'de un paso previo a una fusión amistosa'.

En Iberdrola aseguraron que la empresa se pronunciará 'cuando haya hechos concretos'. Y es que, al cierre de esta edición, los bancos intermediarios sólo habían conseguido comprar un 3,5%. Lo que las partes dieron por seguro es que 'no se trata de una operación hostil' y que ACS tiene vocación de continuidad.

Tanto Florentino Pérez, como Ignacio Sánchez Galán, que comunicaron previamente la operación al Gobierno, venían preparando un acercamiento con vistas a una fusión. La condición impuesta por el primero era que, dado que es el único accionista de peso en una gran compañía eléctrica (ACS tiene el 35% de Fenosa, mientras que el capital de Iberdrola y Endesa está disperso) debía quedar como accionista de referencia tras el canje correspondiente. En el caso de Galán, el precio era mantenerse en la presidencia. Tras la experiencia de la opa hostil de Gas Natural sobre Endesa y el atrincheramiento de los gestores de ésta, ACS no tuvo la menor duda y aceptó la petición.

BBK, el segundo accionista de referencia de Iberdrola (con un 5,01%), tras el BBVA (5,4%) calificó de 'positiva' la operación, porque da estabilidad a la compañía, según fuentes de la caja vasca. Las dos entidades serán las encargadas de financiar la compra del 10% por ACS. Entre algunas cajas accionistas de Unión Fenosa, la noticia de la fusión provocó gran sorpresa. Hoy está previsto un consejo.

Según fuentes del sector, el movimiento de Acciona sobre Endesa podría haber acelerado el protagonizado ayer por ACS e Iberdrola, que llevaba más tiempo gestándose y ha sido auspiciado, según varias fuentes, por el propio Gobierno y el temor del sector, especialmente de Iberdrola, tras la debacle de la opa de Eon sobre Endesa.

Dada la disparidad de tamaño de Iberdrola y Fenosa (la capitalización de la primera es de 12.460 millones, frente a los 30.057 millones de la segunda, lo que daría un canje de una por tres acciones) las partes han considerado conveniente la compra de un 10% de Iberdrola por parte de ACS (la suma de la BBK y BBVA) para evitar una excesiva dilución de la participación en el grupo resultante. Además, según fuentes del mercado, 'hay que evitar que otro inversor ofrezca más que el canje'. Además, el proceso se facilita si un accionista tiene títulos de las dos compañías.

Las partes tienen prisa, pero deben superar las autorizaciones administrativas previas: la de la Comisión de la Energía, que debe analizarla por la función 14 para determinar el riesgo para las actividades reguladas, y la del Servicio de Defensa de la Competencia.

Un grupo necesitado de un núcleo estable

La unión de la segunda y la tercera eléctricas españolas dará lugar a un gigante nacional que superará a Endesa. Si bien, la integración será examinada con lupa por Competencia. A priori Iberdrola y Unión Fenosa no presentan grandes solapamientos. Por un lado, la empresa que preside Ignacio Sánchez Galán controla en torno a un 30% en el mercado de generación y un 40% en la distribución, mientras la filial de ACS está más equilibrada al poseer un 13% y un 12%, respectivamente.Pese a no haber muchas duplicidades, Competencia puede obligar a algunas desinversiones a las compañías, especialmente en ciclos combinados, donde se da mayor redundancia. En cualquier caso, la cuota conjunta podría reducirse ligeramente a consecuencia de la fusión.Ayer, Iberdrola quiso restar importancia a una posible integración. Señaló que 'no hay ningún acuerdo en este momento con Fenosa para fusionar las dos sociedades'. Sánchez Galán, por su parte, llevaba tiempo alentando el debate sobre la regulación del sector. De hecho, recientemente pidió cambios en la normativa para que evitar que la suma de dos grupos energéticos siga dando uno. Según los expertos, la fusión en sí no serviría para proteger a las compañías ante los tanteos de grupos extranjeros. Sería más eficaz formar un núcleo estable de accionistas.

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