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CincoSentidos

Masajes que reducen el estrés y embellecen la piel

La reflexología facial estimula los terminales nerviosos de la cara

Reducción del cansancio, mejora del aspecto externo y alivio de algunas pequeñas dolencias. Estos son algunos de los efectos beneficiosos de los masajes faciales basados en ancestrales conocimientos orientales y en la experiencia de la medicina moderna. Porque no es necesario decantarse únicamente por tratamientos estéticos. Si se escoge a profesionales de prestigio y técnicas avaladas se puede optar adicionalmente por terapias físicas y psíquicas.

Y una de ellas es la aplicación de la reflexología, que tiene su vertiente facial. En ella se combinan conocimientos de la medicina china (básicamente la acupuntura) con otros como los relacionados con la utilización de las piedras para el alivio del dolor. Desde que esta disciplina llegó a Europa a principios del siglo XIX está considerada como un aliado de la rehabilitación médica: los masajes y la estimulación sirven para enviar impulsos al sistema nervioso y al glandular.

En el caso de la cara, con la aplicación de presiones digitales en determinadas zonas se activan algunas de las actividades del organismo. Una de ellas es la liberación de endorfinas, que tanto peso tienen en el sentimiento de bienestar personal.

Aunque los masajes faciales de esas características generalmente se han circunscrito al ámbito de los tratamientos de los balnearios o como ayuda a determinadas prescripciones médicas, ahora forman parte de las ayudas destinadas a las personas que sufren el estrés de la vida urbana.

Lore Sorensen, fundadora del Instituto de Reflexología Facial Internacional, es uno de los expertos internacionales en esta materia; cuenta con 28 años de experiencia y una red de centros en quince países del mundo, desde Estados Unidos, Holanda, España, Francia, Dinamarca a Australia y Japón. Desde esta experiencia, que se refleja en su libro Reflexología facial básica (Ed. Vedrá), señala que se trata de un método terapéutico que se basa en la estimulación manual de puntos y zonas reflejas de la cara, con el que es posible compensar ciertas influencias internas y externas. Como consecuencia, añade que los masajes impactan en el funcionamiento del cuerpo, aumentando la circulación sanguínea y regulando otros procesos químicos.

Otro de los posibles beneficios de estos masajes es la obtención de un retrato o análisis del estado de salud de la persona a la que se le aplican. Sorensen afirma que se trata además de una técnica natural que ayuda a mantener la piel sana, con un buen aspecto y sin factores tóxicos. Se ayuda igualmente a tensar los músculos y a alisar las líneas más marcadas de expresión.

Los expertos destacan asimismo sus ventajas en relación de la más conocida reflexología, que es la podal. La facial se aplica en puntos nerviosos que están más cerca del cerebro y del área reticular.

Además en el rostro hay más de 1.000 terminaciones conectadas con el sistema nervioso central.

Aguacate, rosas y caviar, aliados de la epidermis

La universal y larga cultura del masaje ofrece otras posibilidades aplicadas a la cara. Se trata, por ejemplo, del que tiene como objetivo la relajación e hidratación de la piel y que se da con una crema de aceite de aguacate y manteca de karité. O el que se realiza con crema de cristales líquidos y también aceite de aguacate para nutrirla. Además es posible optar por el de aceite de rosas. Previamente, los tratamientos se han iniciado con caviar. Estos programas estéticos-relajantes se pueden recibir en el Hotel Spa Sidi Saler de Valencia. En el Spa La Manga Club (Murcia), la base de los masajes es dulce de miel y tienen una duración de 100 minutos. En el Hotel Botánico, de Tenerife, se utiliza para los tratamientos, entre otros productos, kiwi, mango, papaya y algas verdes.

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