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Alianza

Ghosn busca una nueva 'novia' en EE UU

Carlos Ghosn, el presidente de Renault y Nissan, parece dispuesto a lograr una alianza en EE UU para las dos empresas que dirige. Diversos medios estadounidenses como el The Wall Street Journal o Detroit Press han apuntado a que las conversaciones para alcanzar una alianza con General Motors están entrando en punto muerto después de dos meses de conversaciones y análisis exploratorios. Ghosn y su homólogo en General Motors, Rick Wagoner, tienen previsto reunirse la próxima semana con motivo del Salón Internacional de París

Un portavoz del gigante de Detroit aseguró el pasado jueves que la empresa está 'comprometida' con el diálogo abierto con Renault y Nissan. Sin embargo, cabe recordar que Wagoner comenzó los contactos presionado por su principal accionista, el octogenario magnate Kirk Kerkorian, y su representante en el consejo, Jerome York. De hecho, fue el propio York quien cortejó a Ghosn y solicitó públicamente en junio que General Motors buscara una alianza. Los ejecutivos de GM, además, han subrayado en semanas recientes que su estrategia de recuperación está generando resultados por sí sola.

Estas malas perspectivas han llevado a Ghosn a sondear la posibilidad de llevar a acuerdos similares con el gran rival estadounidense de GM, Ford, según apunta Bloomberg citando fuentes internas.

Renault, Nissan y Ford llevan meses negociando, según Bloomberg

Según estos portavoces, los directivos de ambas compañías llevan al menos un mes en contacto sondeando la posibilidad de alcanzar un acuerdo similar al que, de forma exitosa, unió los destinos de Renault y Nissan en 1999.

Entonces, la japonesa era una empresa en quiebra abocada a la desaparición. La alianza industrial y el intercambio accionarial posibilitó el completo saneamiento de la firma nipona, que ahora es una de las compañías más rentables del sector, y Renault ha aumentado considerablemente su gama y sus ventas.

Los equipos de Renault, Nissan y GM tienen hasta el 15 de octubre para presentar sus conclusiones. A partir de entonces, las compañías podrían decidir realizar más evaluaciones, empezar a trabajar en un acuerdo o abandonar la idea del todo.

En estos momentos no está nada claro cuál será el resultado entonces, dado que no ha habido acuerdo alguno, según fuentes cercanas, respecto del intercambio accionarial, ni acerca de sinergias en compras o en desarrollo de vehículos.

El final es incierto, pero cada vez parece más evidente que Ghosn y sus subordinados ven más valor en una alianza amplia con GM que Wagoner y sus lugartenientes, que empiezan a ver los primeros resultados de sus esfuerzos.

No es el caso de Ford. La compañía que preside William Clay Ford -bisnieto del fundador Henry Ford- está atraviesa una aguda crisis (perdió 10.600 millones de dólares en 2005) que le ha llevado a ampliar progresivamente la cifra de despidos y de cierre de plantas, para acomodar la empresa a su situación real en el mercado.

El nuevo consejero delegado del centenario fabricante, Alan Mulally , propone un recorte adicional de 14.000 empleos, lo que eleva hasta 44.000 el total de despidos estimados, el equivalente a un tercio de la plantilla. La conclusión del proceso se anticipa tres años, a 2009, con el cierre de 16 plantas. Las rescisiones se harán por la vía de las prejubilaciones o bajas incentivadas. Cualquier ayuda que permita ahorrar costes puede ser de capital importancia para el creador del Mustang y el Fiesta.

La promiscuidad respecto a las alianzas no queda aquí. De hecho, Ford y General Motors han sondeado también la posibilidad de llegar a una alianza que ayude a poner freno al crecimiento imparable de Toyota y Honda en el mercado estadounidense. General Motors, Nissan y Renault, de hecho, ya cuentan con un acuerdo de cooperación por el cual vehículos comerciales ligeros en sus plantas en España, Inglaterra y Francia.

Las alianzas provocan reticencias en Francia

La cúpula de General Motors no es la única que observa con indisimulado escepticismo la posible alianza con Renault y Nissan. Los propios trabajadores de la compañía francesa han expresado sus miedos de que una alianza pueda conducir a recortes en las labores de ingeniería'Somos muy escépticos acerca de la posibilidad de que GM se una a la alianza', aseguró a Reuters Vincent Neveu, portavoz del sindicato CGT. Según su opinión, la ampliación de la alianza podría suponer que se desvíen fondos y esfuerzos lejos de sus operaciones en Francia.Lo cierto es que la próxima semana, el devenir de la posible incorporación de GM o de Ford a la alianza puede tener un escenario inmejorable en el Salón Internacional de París, un evento bienal que congregará desde el miércoles a las principales figuras de la industria, Carlos Ghosn y Rick Wagoner entre ellos. Ni Bill Ford ni su nuevo consejero delegado, Alan Mulally, tienen previsto asistir al certamen parisino.Lo cierto es que la perspectiva de una alianza entre Renault, Nissan y General Motors (propietario de marcas como Opel, Chevrolet, Buick, Cadillac, Pontiac o Saab) anima a los mercados. Las malas perspectivas de las negociaciones ayudaron a que la compañía estadounidense perdiese el 2,64% en la sesión del viernes y otro 1,64% a media sesión del viernes. Renault, por su parte, se desinfló el 2,1% en Bolsa el viernes.

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