Pujas récord por vinos en Nueva York
La temporada de subastas de vino de Nueva York, que empezó la semana pasada, parece encaminada a batir récords. 'Es el mejor año en la historia para vender', asegura Richard Brierley, encargado de ventas para Norteamérica de Christie's en Nueva York. 'Estamos viendo botellas que nunca antes habían salido al mercado, ejemplares muy difíciles de encontrar.'
Se trata del tipo de vinos que normalmente sólo se comercializan al morir sus dueños. Pero la explosión de los precios está sacando maravillas de las bodegas. La pasada primavera se pagó el precio más caro por una caja de vino en una subasta comercial: 135.000 euros por una caja de Romanée Conti de 1985 (11.200 euros por botella).
Las ventas de esta semana han seguido en la misma línea, y la cantidad de lotes que se compran en cada subasta, que rondan el 99%, da una idea de lo movido que está el mercado. Tal es así que las subastas se extenderán a Los Ángeles este otoño.
Se espera que sigan subiendo los precios puesto que nunca ha habido tantos coleccionistas procedentes de todo el mundo. 'El mercado del vino se ha globalizado', explica David Molyneux-Berry, subastador de Morrell's. 'Todos quieren lo mismo, y el número de botellas es limitado', añade. Con todo, aún no hace falta tener una gran fortuna para hacerse con una buena colección de vinos.
La gran pregunta es hasta dónde llegarán los precios. La semana pasada muchos burdeos de más de 20 años de antigüedad se vendieron entre un 25 y un 50% más caros que tres meses antes. Y algunas cosechas del 96 subieron hasta un 75% respecto a esa fecha.