El G-7 renuncia a presionar a China para que revalúe el yuan
Es vital para las economías avanzadas que China revalúe con intensidad su moneda (el mercado cree que su valor actual es un 60% inferior al que le correspondería) y, sin embargo, el G-7, el grupo de naciones más ricas, ha decidido tocar sólo de refilón el asunto. Washington admitió ayer que convencer a Pekín 'no será un asunto fácil'.
Las monedas asiáticas reaccionaron ayer con caídas generalizadas al comunicado de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de los países del G-7, que este fin de semana se reunieron en Singapur. Sobre la controvertida cuestión del yuan chino el G-7 se expresó esta vez en términos tibios: 'Sería deseable una mayor flexibilidad en las economías emergentes con altos superávit por cuenta corriente, especialmente China'. El lenguaje es extremadamente suave para la presión habitual que suele ejercerse sobre Pekín. Tras esta declaración, las pérdidas cundieron en monedas como el dólar de Singapur (-0,3%), el yen (-0,3%), el ringitt de Malaisia (-0,25%) y el bath tailandés (-0,2%).
La caída del yen situó a la moneda japonesa en su cambio más bajo desde abril. Tokio ha expresado su preocupación por la trayectoria del yen; la recuperación económica de Japón parece certificada (se espera un crecimiento del 2,6% este año) y, en cambio, la moneda pierde un 7,5% desde mayo.
El euro llegó a subir ayer más de un 0,14% y superó la cota de los 1,268 dólares, justo en el mismo día en que el secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, aseguraba que 'es el mayor interés nacional que EE UU tenga un dólar fuerte'. El euro ha perdido un 2% contra el dólar desde mayo, pero aún gana un 7% en el año. 'La debilidad actual del euro es coyuntural y responde más bien a factores técnicos', valora Juan Manuel Villamor, director de inversiones de A&G. 'Al final, volverá a pesar el doble déficit público y por cuenta corriente de EE UU. Un 1,3 dólares es el objetivo y una vez que se rompa ese nivel, no me sorprendería que el euro se acercara de nuevo a máximos históricos (1,364 dólares)'.
Este jueves se cumplen 14 meses desde que China sorprendió al mercado iniciando el proceso de revaluación del yuan con una apreciación del 2,1%. Desde entonces, el ritmo ha sido demasiado lento para los Gobiernos occidentales. La apreciación total es del 4%.
Ni siquiera el mercado de futuros, optimista por naturaleza, apuesta por una apreciación a gran escala. La cotización a 12 meses vista descuenta una subida del 3,1%. El propio secretario del Tesoro de EE UU, Henry Paulson, reconoció que convencer a China para acelerar la flexibilización del yuan 'no será un asunto fácil'.
Entre las presiones políticas y las industriales
¦bull; La debilidad artificial del yuan ha sido uno de los factores determinantes que ha ayudado a las economías occidentales a superar el temporal desencadenado por un petróleo en máximos históricos. China ha exportado deflación a todo el mundo, pero sus productos baratos también han puesto en peligro a la industria exportadora de EE UU, Europa y Japón.¦bull; Sanciones. Los halcones más radicales de Washington llevan años presionando para que la Casa Blanca penalice a China con la calificación de 'manipulador de divisas'. Pero el Gobierno de EE UU no olvida que China se ha convertido en uno de los mayores financiadores de la abultada deuda estadounidense.¦bull; Tipos de interés. La tendencia del precio del dinero influye en las divisas, ya que los operadores suelen endeudarse en la moneda que tiene más perspectivas de abaratar sus tipos para comprar la moneda que tiene más expectativas de encarecer el tipo de interés.