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Trabas

Rusia paraliza un proyecto de Shell de 15.700 millones trabas

El Gobierno ruso ha anulado la licencia medioambiental que concedió hace tres años al mayor proyecto petrolífero y gasista que Shell desarrolla en Rusia, en una decisión que pretende forzar la entrada de la estatal Gazprom en la explotación.

El Ministerio de Recursos Naturales ruso decidió ayer revocar la licencia de impacto medioambiental concedida en el año 2003 al proyecto Sajalín-2 que lidera la petrolera anglo-holandesa Shell, lo que supondrá la paralización de una inversión de 20.000 millones de dólares (11.774,3 millones de euros).

'Esta decisión no significa que el proyecto tenga que cerrarse. Simplemente, necesitamos volver a valorar la evolución de la segunda fase del proyecto y la concesión de un nuevo permiso ecológico', explicó un portavoz ministerial a Reuters.

La anulación de la licencia se produce tras semanas de tira y afloja entre la petrolera y el Ministerio, después de que el departamento federal encargado de la supervisión de los recursos naturales acusara a los responsables del proyecto de incumplir las recomendaciones medioambientales planteadas por el Gobierno ruso.

El proyecto Sajalín-2 supone la explotación de uno de los mayores yacimientos de gas y petróleo de Rusia, situado en la isla Sajalín, en el Pacífico. Cuando se complete su desarrollo, la explotación permitirá la extracción de 140.000 barriles de petróleo diarios (en la actualidad, el ritmo de producción es de la mitad), así como la operación de la mayor planta de licuefacción de gas natural del país, con una capacidad de 9.600 millones de toneladas anuales. El proyecto está operado por un consorcio que controla Shell, con un 55%, junto a las japonesas Mitsui (25%) y Mitsubishi (25%).

Los analistas creen que la anulación de la licencia forma parte de una estrategia diseñada por el Ejecutivo de Vladimir Putin para acelerar la entrada de la estatal Gazprom en el proyecto con un 25% y en mejores condiciones de las contempladas en los contratos de explotación compartida suscritos en 1990 entre el Gobierno y petroleras extranjeras.

Con la misma política, el Ministerio de Recursos Naturales advirtió también ayer que podría paralizar los proyectos que operan la estadounidense Exxon y la francesa Total en el país.

Cambios en los contratos con extranjeras

¦bull; Inversores y analistas coinciden en que la presión que están sufriendo las petroleras extranjeras en Rusia tiene como objetivo la firma de nuevos contratos con el Estado.¦bull; Estos contratos sustituirían a los acuerdos de explotación compartida firmados en 1990 por Shell, Exxon y Total.¦bull; El Gobierno de Putin quiere revisar los precios del petróleo contemplados entonces y dar entrada a empresas estatales.

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