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Lealtad 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las nuevas viejas 'telecos'

La división clásica entre crecimiento y valor distingue a las acciones cuyo atractivo reside en que aumentan rápidamente sus beneficios de aquellas cuyo precio relativo es bajo en relación a otras. No entra en el espinoso tema de que hay compañías que ni una cosa ni otra, y que se meten en el saco de valor porque no crecen -aunque sean caras- o en el de crecimiento porque están caras, aunque no crezcan.

Las empresas de telecomunicaciones eran ejemplo de compañías de crecimiento. Internet y los teléfonos móviles ligaban este sector a la tecnología, y las cotizaciones se aprovecharon de ello. Cierto es que este sector ha experimentado fuertes crecimientos de beneficios, y que los ciudadanos, mayoritariamente, gastan hoy por hoy mucho más en comunicaciones que antes.

¿Y ahora qué? El mercado lleva desde principios de año replanteándose el hecho de que las telecos sean empresas de crecimiento. Una cuestión de calado en la medida en que implica dejar de pagar una prima por este crecimiento esperado que ya no es.

Telefónica se había mantenido en una posición un tanto apartada, pero también está empezando a notar los achaques de la madurez. Cierto es que el valor lleva muchos meses estancado, pero France Télécom, Deutsche o Vodafone se han llevado severos varapalos este año por revisiones de las expectativas de negocio. Así, la idea de que las empresas de telecomunicaciones son como las de autopistas cala cada vez en más inversores. Al fin y al cabo, la penetración de telefonía fija y móvil es difícilmente superable en Europa, y sólo queda el ADSL como vía de crecimiento.

Afortunadamente para sus accionistas, Telefónica tiene el mercado de América Latina. No es ajena a los problemas de su sector, pero los ritmos de crecimiento de esta zona pueden compensar un eventual estancamiento del negocio doméstico. Pero, paradójicamente, la compañía ha hecho grandes compras en Europa precisamente para mitigar la exposición americana.

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