La armada invencible
La firma de Stuttgart riza el rizo en materia deportiva. Para ello nada mejor que partir de la serie 911/997, la más moderna de su emblemático cupé. Entre las nuevas y rabiosas versiones destaca el Turbo, un icono con nombre y apellidos. Primera anécdota: aminora el consumo un 10% sobre su antecesor, y sitúa el promedio en 12,8 litros cada 100 kilómetros. Dispone de un el portentoso motor bóxer 3,6 de seis cilindros derivado del Carrera, del que brotan 480 caballos fijando una relación entre peso y potencia de 133 caballos por litro.
Para lograr esa avalancha recurre a un turbo de geometría variable, habitual en los propulsores diésel pero casi inédito entre los de gasolina por las altísimas temperaturas de los gases de escape: desarrollado junto a Borg Warner Turbo Systems resiste 1.000 grados centígrados. Su ventaja estriba en su rápida reacción para alcanzar y mantener la presión de trabajo óptima.
Porsche ofrece en este modelo el pack Sport Chrono que implica más rendimiento vía sobrepresión: si su par máximo normal es de 620 Nm, con el invento sube durante unos segundos y en plena aceleración a 680 Nm -todavía más empuje-. El coche pasa de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, progresa hasta 200 en 12,2 y alcanza unos 300 km/h.
El modelo garantiza una segura -aunque exigente- dinámica con su tracción total por embrague multidisco -60% de la fuerza al eje trasero-. Estética específica, buen equipamiento y acabado perfecto rematan un conjunto de 148.326 euros.
La segunda propuesta es el 911 GT3. Podría denominarse fuerza técnica, entre otros por su régimen de giro mecánico, el mayor entre los modelos de producción: 8.400 revoluciones por minuto. Esa cota y otros cambios del motor elevan el rendimiento a 410 caballos. Alcanza 310 km/h.
Además, su estética es todavía más radical. También varían la potencia de sus frenos, el control de estabilidad PSM -desconectable y con la calibración del exclusivo Carrera GT de 600.000 euros-, el cambio con desarrollos más cortos o el tren de rodaje, entre otros con suspensión PASM de doble programa: normal y sport para circuitos. Con un equipo reducido al mínimo para aquilatar peso, cuesta 120.166 euros.
Pero la marca sabe que hay clientes que piden más, en ciertos casos para usar el coche en competición. Para ellos, cristaliza una versión todavía más purista del GT3: el RS. Ahorra 20 kilogramos por sus asientos de carbono, y el capó motor trasero y la luneta posterior son termoplásticos. También lleva volante motor de una masa y cambio de relación más cerrada para mejorar aceleraciones. A ello añade una vía trasera 44 milímetros más ancha, lo que aumenta el aplomo en curva y la motricidad; suspensión posterior y bujes son de competición.
Por cierto, además de contar con llantas negras, adhesivos alusivos y colores exclusivos -incluso naranja-, el GT3 RS disfruta de un enorme alerón trasero de carbono de incidencia variable para aumentar la velocidad máxima o la sustentación del eje trasero, según el trazado. Su precio es de 120.166 euros.