Cuquito lleva la moda a los pies de los más pequeños
La moda llega hasta los más pequeños detalles y para las edades más tempranas. Lo saben bien en Cuquito, una empresa valenciana casi única en Europa que fabrica zapatos de alta calidad para bebés.
Lo que más llama la atención durante una visita a la fábrica de Cuquito es la gran cantidad de modelos de zapatos para bebés que fabrican al mismo tiempo. No resulta extraño ver que cada operario, la mayoría mujeres, trabaja con un diseño distinto. Cuando se le pregunta a Amadeo Folqués, el dueño de la empresa, cómo se aclaran con tanto modelo diferente, reconoce que, si tuviera que diseñar ahora el modelo de producción, no podría hacerlo. 'Es una cuestión de años de experiencia, pero que posiblemente sea imposible de reproducir en la actualidad', explica Folqués. El directivo añade que la mayor parte de las máquinas y programas de ordenador que se utilizan en el proceso son únicos y creados prácticamente a propósito para ellos.
Tal vez por eso, Cuquito es casi una empresa única en Europa. Dedicada en exclusiva a fabricar zapatos para niños que aún no andan, el proceso de producción no se distingue apenas del de una fábrica normal de calzado. La piel es el elemento principal y sobre ella gira todo el proceso, que en buena parte es manual. No hay máquina capaz de colocar los cordones a unos zapatos, una de las últimas tareas que se realizan antes de empaquetarlos.
Pero el proceso es mucho más largo y empieza por el departamento de diseño. Hay que olvidar la vieja imagen de aquellos zapatitos para bebés que hoy nos parecerían casi cursis, 'aunque se siguen fabricando, porque sigue habiendo demanda en algunos países', señala Folqués. Hoy en día la moda llega a cada rincón, por pequeño que sea. Y el calzado para bebés no es una excepción. Un ejemplo: entre la colección para el verano de 2007, que es lo que ahora se está fabricando en Cuquito, hay modelos que son perfectamente extrapolables a la moda de zapatillas deportivas que visten los más jóvenes, con todos los detalles que uno pueda imaginar en una reproducción, casi a escala, de sus hermanas mayores.
FOLQUæpermil;S'En la moda infantil han entrado con fuerza los mismos criterios que en la moda de adultos'
El desarrollo de una colección es fundamental para empezar la temporada. Cuando está lista, se envía a los clientes una muestra de cada uno de los modelos distintos para que elijan. En la de verano del año que viene hay 48 modelos distintos. Como hay dos temporadas al año, la marca puede llegar a contar con casi 100 zapatos distintos. Algunos, los más clásicos, se repiten año tras año, pero lo que más llama la atención son, lógicamente, las novedades.
La marca propia es la gran baza de Cuquito. Sin embargo, al ser una de las pocas empresas capaces de realizar este producto con alta calidad, llama la atención de otras firmas de moda. Así, además de sus propios diseños, en la planta de Cuquito también se produce calzado para grandes centros comerciales y, lo que es más importante, para grandes marcas de diseño de moda, que por contrato exigen confidencialidad, ya que no se trata de licencias que explota la empresa de Folqués, sino que directamente fabrica para ellos. 'Las grandes marcas tienen un control tan estricto sobre su producto que no se lo llevan a Asia', explica Folqués. Sin embargo, es precisamente Asia, como ocurre con casi todos los sectores, y más con el calzado o el textil, la principal amenaza para Cuquito, que tendrá que defender su plaza con calidad y con algunas medidas de futuro para recortar la diferencia de costes entre las dos partes del mundo.
Diseño, corte de la piel aprovechando al máximo cada centímetro, pegado o cosido de las partes, bordados, ponerle los cordones y empaquetarlos. ¿Sencillo? Cada día se fabrican unos 3.500 pares. Todos y cada uno tiene un destino, ya que no se fabrica nada que no tenga un comprador definido. Al final, como es lógico, la facturación de esta empresa no es muy elevada, ya que el producto no es caro. Según explica Folqués, ronda los seis millones de euros, una cifra que se divide prácticamente mitad y mitad entre exportación y mercado interior. Europa es el mercado natural, aunque otros países como Japón o Estados Unidos también pesan en la cuenta de resultados.
La moda ha llegado hace mucho a cualquier edad. Los bebés o los niños más pequeños son objetivo de grandes marcas que visten a mayores. Cuquito tiene su parcela ya ganada.
Un negocio nacido en una trastienda
La historia de Cuquito tiene un arranque curioso. El padre de Amadeo Folqués tenía una zapatería en una céntrica calle de Valencia. No eran fabricantes. Se dedicaban, como tantos otros, a la venta de zapatos. Sin embargo, en 1960, Amadeo Folqués empezó casi por casualidad a fabricar manualmente zapatitos para los más pequeños. Lo hizo en la trastienda y con una producción de dos pares diarios, y acabó creando la empresa que ahora está presente en tiendas de 40 países de todo el mundo.La diferencia entre aquellos inicios y la actualidad es inmensa. Ya no se trata únicamente del diseño, algo fundamental en el tiempo que corre, y que es básico para cualquier empresa de moda, sea para niños o para adultos.Tampoco es solamente la manera de producir en serie algo más de 3.000 pares diarios, frente a los dos iniciales, con una tecnología propia que prácticamente inventó Folqués. Sólo basta recordar que en el momento en el que la empresa empezó a informatizarse, ni siquiera las firmas de calzado de adulto de la Comunidad Valenciana tenían una estructura modernizada. El trabajo manual era, entonces, la norma habitual.Hay algo más a tener en cuenta en esta evolución de Cuquito en sus algo más de 25 años de historia. Es la peculiaridad del producto. Al fin y al cabo, se trata de un producto para niños, con todo lo que ello implica, desde los estudios para asegurarse de que el calzado permitirá un correcto desarrollo del pie del niño hasta los materiales de los que está compuesto, algo esencial si se quiere mantener en el mercado durante mucho tiempo, más con la fuerte competencia que llega de Asia.