Navantia impulsa el submarino S-80 con un nuevo bloque de adjudicaciones
Navantia, el grupo público de construcción naval, ha dado este último mes un impulso importante al desarrollo del nuevo submarino S-80, el primer sumergible diseñado de forma completa en España, tras realizar un nuevo bloque de adjudicaciones para la fabricación de importantes elementos de la nave.
Así, la estadounidense Kollmorgen Electro-Optical y su filial italiana Calzoni se han hecho con un contrato valorado en 73,8 millones de dólares (57,3 millones de euros) para el suministro tanto de los periscopios y sistemas optrónicos de imagen como de los mástiles izables. Según la firma de Massachusetts, los sistemas de imagen permitirán a los S-80 contar con capacidad de visión las 24 horas del día y en cualquier condición climática. En el caso de los mástiles, la tecnología que se aplicará es la que ya usa la Armada estadounidense en sus sumergibles de la clase Virginia.
Por su parte, el grupo italiano Avio se ha adjudicado el sistema de piloto automático de los nuevos submarinos. La empresa usará un sistema propio denominado Gaudi, que instalará en colaboración con Faba, la filial de electrónica de Navantia, para asegurarse que cumple con las exigencias de la Armada española.
Además, a finales de julio, la española Indra ya anunció que será la responsable de desarrollar los radares y los sistemas de defensa electrónica de los nuevos submarinos, tras lograr un contrato de 24,2 millones de euros.
De este modo, el único elemento clave de los S-80 que está pendiente de adjudicar es el sistema de propulsión independiente del aire (anaeróbico) con el que irán equipadas las naves, y que se basará en células de combustible que funcionen con hidrógeno. Las células o pilas de combustible son unos dispositivos electroquímicos que convierten energía química de reacción en electricidad.
En este ámbito, la Armada apoya la investigación que desarrolla Hynergreen (Abengoa). Además, este mismo verano Navantia ha encargado al grupo estadounidense UTC Power una célula para este proyecto que probará durante un año.
El óxido de la nueva fragata de Noruega
Navantia ha restado importancia a la polémica que se ha desatado en los últimos días en Noruega por la oxidación que empieza a aquejar a la fragata F-310 Fridjof Nansen, el primero de los cinco buques contratados por la Armada del país al constructor español y que le fue entregado el pasado 5 de abril.Desde la empresa pública aclararon que las quejas no tienen nada que ver con un problema estructural de corrosión y recordaron que cualquier buque de acero se oxida en áreas como los puntos de amarre o las zonas de descarga de agua. En este punto precisaron que probablemente haya un problema con la elección de la pintura, 'que fue hecha por los noruegos', apostillaron.