Volkswagen insiste en un nuevo acuerdo con los sindicatos para reducir costes laborales
El director financiero de la alemana Volkswagen, Hans Dieter Poetsch, reconoció ayer en una conferencia con analistas, que la firma tiene mucho por hacer para alcanzar las metas previstas para 2008. Como reconocieron sus directivos, la compañía no se siente satisfecha con los ingresos hasta al momento, incluso ahora que están empezando a mejorar. En este sentido indicaron que los beneficios sólo mejorarán enfocando estrictamente la atención en los costes, como afirmó Bernd Pischetsrieder, presidente de la compañía. En este sentido Poetsch añadió que 'alcanzar un acuerdo con los sindicatos sobre la productividad y unos costes salariales competitivos, es una necesidad imperativa' para el funcionamiento de la firma alemana.
Debido a la reducción de costes, Volkswagen está llevando a cabo un plan de reestructuración laboral que concluirá con la eliminación de 20.000 empleos en Alemania. Como informaron a los analistas, cerca de 10.000 trabajadores ya se han acogido al plan de prejubilaciones de la compañía y otros 3.500 han aceptado la reducción de sus salarios.
Por otro lado, la construcción de una fábrica en Rusia y, posiblemente, otra en la India, son reflejo del esfuerzo que está realizando Volkswagen para no quedarse fuera de los mercados emergentes, que encabezarán el crecimiento de la industria durante las próximas décadas.
Además, para los próximos dos años, Volkswagen tiene previsto sacar al mercado un total de 28 nuevos modelos dirigidos a huecos de mercado que aun no están saturados.
Con todas estas medidas, el fabricante pretende multiplicar por más de tres su beneficio antes de impuesto, para situarlos en 5.100 millones en el año 2008. El mejor resultado antes de impuestos registrado por la compañía tuvo lugar en 2001, cuando registró un beneficio de 4.400 millones de euros.
Otro de los retos a los que Volkswagen se enfrenta en estos momentos es la debilidad del yen frente al euro lo que permite que los fabricantes japoneses aumenten sus ingresos al convertir a la moneda nacional las divisas obtenidas con las ventas de coches en el mercado europeo.