La caída de los tipos largos mejora la rentabilidad de la renta fija
La escasa variación que han experimentado los mercados de renta variable a lo largo de la semana ha desviado la atención de los inversores hacia los mercados de renta fija, en los que se están produciendo movimientos de vuelta en estas últimas semanas, en concreto en los tipos de interés a largo plazo, en fase bajista, es decir, con los precios en alza.
Los bonos se han fortalecido en dos semanas de forma considerable, en buena medida a causa de la demanda de inversores institucionales que no encuentran muchas más oportunidades en una renta variable que se encuentra en máximos anuales y, en parte también, debido al parón que han experimentado los tipos de interés de la Reserva Federal estadounidense.
Como consecuencia de este movimiento, los rendimientos de los planes de pensiones que actúan en los mercados de renta fija a medio y largo plazo han reducido algo sus pérdidas. La tendencia alcista de las rentabilidades de los bonos a 10 años (es decir, la caída de los precios de los bonos) había ido erosionando los valores de loa planes de pensiones, desde la pasada primavera. En las dos últimas semanas, los tipos a largo han caído desde niveles del 4% hasta el 3,80% de estos últimos días, con el consiguiente impacto positivo en las rentabilidades de los planes de pensiones.
Aun así, la mayor parte de estos planes de pensiones se encuentra en rojo, con una pérdida media en lo que va de año del 0,36%, lo que significa que pueden dar prácticamente por perdido el año ya que será difícil que los mercados de renta fija se den la vuelta de forma tan drástica como para situar en positivo a los planes de pensiones que operan en estos mercados. En cuanto a los planes de renta variable, sus rentabilidades medias se mantienen en el 6,10% en el año, un 14,2% en los 12 últimos meses. Son los más rentables ya que sólo los mixtos de renta variable, con un 3,25% de ganancia en el año y un 7,85% en 12 meses, se les acercan.