El Ibex pierde un 0,2% en la semana
Compás de espera. El ímpetu comprador que se vivió en la Bolsa la semana pasada ha perdido fuerza. Al mercado le toca digerir los últimos datos económicos y los inversores muestran poca convicción a la hora de realizar nuevas apuestas.
El examen llegará en septiembre con el fin del periodo vacacional, el regreso de los gestores y la recuperación de los volúmenes de negocio. Entretanto, el Ibex ha cerrado la semana sin apenas variación. Perdió el 0,2%, tras caer el 0,11% el viernes, pero logró mantener la cota de los 12.000 puntos.
Superar los máximos de hace seis años alcanzados este mes se perfila difícil en el corto plazo. Toca consolidar niveles después de la escalada del 11,5% desde mediados de junio. Al menos eso es lo que auguran los analistas para los próximos meses ante la falta de catalizadores.
El Ibex, aún así, no va por mal camino. La Bolsa española apenas ha recortado después del repunte del 2,47% que experimentó la Bolsa la semana precedente, un comportamiento que le ha permitido mantener la cota de los 12.000 puntos y quedarse a tan sólo un 0,37% del máximo del año.
En lo que va de ejercicio el Ibex acumula ya una subida del 12,19% que le convierte en el mejor de los principales índices del mundo.
Ir más allá cuesta. En la semana los inversores conocieron una batería de indicadores económicos mixtos que fomentaron la indecisión. La debilidad del índice ZEW de confianza inversora en Alemania, la caída menor de lo esperada del IFO o unos datos de inflación esperanzadores en Alemania -el IPC en Alemania cayó al 1,9% en julio- fueron algunos de los datos clave. En EE UU la debilidad del mercado inmobiliario se convirtió en el dato más preocupante ante el fuerte declive de ventas de viviendas nuevas y usadas. Indicadores que volvieron a reavivar el debate sobre el grado de desaceleración económica que afronta EE UU.
A todo ello hubo que añadir, a su vez, el repunte del precio del petróleo, agravado por la amenaza de una tormenta tropical en el Caribe que puede interrumpir la producción. El Brent, barril de referencia en Europa, subió hasta 72,7 dólares, y el West Texas a 72,4 dólares.
En este contexto, el temor a una ralentización del consumo por la debilidad económica cobró fuerza en EE UU. En la semana el Dow Jones perdió un 0,86%, el Nasdaq cayó un 1,09%, mientras que el S&P 500 se dejó el 0,55%. La semana que viene será clave con la publicación de indicadores de confianza, PIB y datos industriales.
Animación en la banca
El sector financiero y los productores de materias primas son los únicos sectores que han disfrutado de algo más de animación esta semana en Europa. El índice Stoxx de banca subió un 0,5%, un avance similar al que agrupa al resto de empresas que ofrecen servicios financieros. Los productores de materias primas, por su parte, agradecieron las subidas de precios y el índice ganó el 0,8%.La previsible unión entre Banca Intesa y Sanpaolo-IMI disparó las quinielas sobre el próximo movimiento de consolidación en el sector financiero, dando alegría a las cotizaciones. Los inversores apostaron por la banca y algunos valores como Commerzbank (+5,32%) o ABN Amro (+1%) estuvieron entre los beneficiados esta semana.A nivel doméstico, BBVA, estrella del Ibex la semana precedente, también por rumores de fusión, se alejó de los máximos del año al caer el 1,24%. En el polo opuesto estuvieron otros valores como Banesto (+1,06%) y Banco Sabadell (+0,63).En España NH Hoteles logró la subida más abultada del Ibex. La hotelera vivió una semana de más a menos y se anotó el 3,33% ante la expectativa de que sea el próximo objetivo de opa. Barceló, Hesperia y Fadesa, los posibles interesados según las quinielas del mercado no se han pronunciado.