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Aeropuertos

Los 'slots' Cuadrar los despegues y aterrizajes es un puzle complicadoEl avión en Barcelona y la tripulación en Madrid

El proceso de asignación para la temporada de invierno 2006 comenzó en abril, con la apertura del plazo para realizar las solicitudes. En junio se comunicó a las compañías el resultado inicial, en base a los derechos históricos reconocidos y las nuevas solicitudes.

En la Conferencia IATA de Coordinación, las compañías ajustan sus programaciones en función de los slots que le han dado las autoridades. El 31 de agosto terminará el plazo para devolver slots y se iniciará una nueva fase para realizar ajustes a partir de las cancelaciones. El proceso concluirá el 29 de octubre cuando comience la temporada de invierno.Seguro que le suena. Usted está esperando en el aeropuerto de Málaga para tomar un avión que sale con retraso. Tras varios intentos por recibir información consigue enterarse de que el avión en cuestión está en Barcelona y su tripulación en Madrid. No es una situación extraña, ya que, para aprovechar al máximo sus aviones y slots, las aerolíneas se valen de la rotación de sus aviones y tripulaciones. Así consiguen ofrecer distintas rutas y horarios, gracias a que un mismo avión realiza en un día distintos trayectos.

Por ejemplo, un avión pequeño de Iberia, destinado a trayectos de corto recorrido, hace en un mismo día la ruta Madrid-Barcelona-París-Valencia-Madrid-Bilbao. Air Europa juega con sus ocho aviones B737-300 para dar servicio a las distintas rutas de largo radio que opera la compañía. Lo mismo ocurre con las tripulaciones (que además no tienen por qué hacer todos los trayectos en un mismo avión), pero aquí se añade otro problema y es que el personal de tripulación tiene unas horas máximas de servicio -entre ocho y media y diez y media- en función de la hora a la que inicien sus servicios y del número de aterrizajes que realicen.

Por eso en El Prat, Heathrow o cualquier día en cualquier aeropuerto, los aviones no pueden cumplir con su ruta prevista por un fallo en la primera de sus escalas. Es un problema de las aerolíneas donde AENA no tiene nada que decir, son las compañías quienes organizan como quieren sus operaciones. El organismo es el encargado de asignar y retirar los slots, pero el empleo que se haga de ellos depende de las aerolíneas. En caso de que una compañía no haga uso real de sus permisos en pista perderá los derechos en cuestión y además tendrá que hacer frente a una fuerte sanción económica.

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