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Mercados

El mensaje de la Reserva Federal no convence a Wall Street

La última actuación de la Reserva Federal no convenció en Wall Street. La autoridad monetaria mantuvo los tipos de interés en el 5,25%, pero dejó abierta la posibilidad de nuevas subidas si los datos de crecimiento e inflación no acompañan. El mensaje no gustó. El Dow Jones cayó el 0,41%; el Nasdaq, un 0,56%, y el S&P 500, el 0,34%.

La expectación estaba servida ayer en los mercados. Por primera vez desde junio de 2004, y después de 17 subidas de tipos consecutivas, los inversores no tenían una certeza clara de la decisión que tomaría la Reserva Federal. La debilidad de los datos de empleo de julio conocidos el viernes, unidos a la desaceleración económica que mostró el PIB del segundo trimestre -creció el 2,5% frente al 5,6% del primer trimestre- decantaron las apuestas a favor de una pausa, algo que finalmente se confirmó ayer.

La decisión, sin embargo, no acabó de agradar en Wall Street al dejar abierta la posibilidad a nuevas subidas de tipos de interés. 'El comité considera que los riesgos inflacionistas persisten. El momento y el grado de cualquier endurecimiento adicional que podría necesitarse para atajar estos riesgos dependerá de la evolución de la inflación y del crecimiento económico'.

Los mercados, tras aguardar la decisión con alzas muy leves en los primeros compases del día, apenas reaccionaron a la noticia. En un primer momento entraron en terreno negativo para concluir sin grandes cambios. El Nasdaq cayó el 0,56%; el S&P 500, un 0,34% y el Dow Jones, el 0,41%.

El Nasdaq cae el 0,56%; el S&P 500, un 0,34%, y el Dow Jones, el 0,41%

El mercado anhelaba pistas claras sobre el rumbo que tomará la política monetaria en los próximos meses, pero el comunicado de la Reserva Federal apenas ayudó a despejar incógnitas.

Reconocía que la economía se desacelera y que la inflación subyacente ha repuntado, al mismo tiempo que recalcaba que 'las presiones inflacionistas debería moderarse'. Así, al igual que en las dos últimas reuniones, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, optó por un mensaje abierto en el que volvía a dejar todo en manos de la evolución de los indicadores económicos.

El papel de la Reserva Federal no es fácil. Mantener la estabilidad de precios con el precio del petróleo en zona de máximos -el West Texas cerró en 76,3 dólares- sin forzar el estancamiento de una economía que empieza a mostrar signos de agotamiento se presenta complejo.

'Las subidas de tipos están teniendo efecto. Los datos son más flojos y además el efecto de las subidas de tipos tarda entre dos y tres meses. Es el momento de parar y ver', comentaba ayer Ángel Olea, director de inversiones de Abante.

Los datos económicos, sin embargo, continúan enviando mensajes contradictorios como quedó reflejado ayer, una vez más. Los costes laborales, una partida que hasta ahora no había generado preocupación, registró el mayor repunte desde 2004, un dato que incrementó aún más el temor a un incremento de la inflación. En concreto, crecieron un 4,2% frente al 2,5% del primer trimestre. La productividad laboral, por otra parte, se situó en el 1,1% en términos interanuales.

Así, si bien la escasa creación de empleo en julio alivió algo estos temores, ayer volvieron de nuevo. La incertidumbre está servida. Entretanto las Bolsas no se atreven a despegar y han vuelto a niveles de mayo.

El dólar cae el 8,5% en el año pese a repuntar ayer

La debilidad de los últimos datos económicos en EE UU ha jugado en contra del dólar en las últimas semanas, una debilidad que se frenó muy ligeramente ayer al no vislumbrarse aún el fin del ciclo alcista de subidas de tipos de interés.A última hora el dólar repuntaba un leve 0,2% hasta situarse en 1,2866 unidades por euro. En lo que va de año, sin embargo, la caída de la divisa estadounidense asciende al 8,5%.El fin de las subidas de tipos de interés en EE UU está cerca y este factor ha alejado a los inversores de esta divisa ya que las compras en dólares pierden atractivo en un momento en el que el endurecimiento monetario en otras regiones como Europa no ha hecho más que empezar, lo que reduce el diferencial favorable con el que contaba el billete verde.

La desaceleración preocupa más a la renta fija

La evolución de la renta fija en las últimas semanas dejaba entrever que en el mercado cundía más un temor a la desaceleración económica que a la inflación. Así, la rentabilidad del bono a 10 años ha pasado del 5,245% de finales de junio al 4,919%, un nivel inferior al de los tipos.'Si los inversores temieran un repunte de la inflación los tipos a largo estarían mucho más arriba', comentaba un operador. El agotamiento económico que reflejaron los últimos datos del PIB parece preocupar más.En la sesión de ayer el mensaje de la Reserva Federal alertando sobre la inflación apenas tuvo impacto. El mercado apenas reaccionó a la posibilidad de más repuntes de tipos de interés y la rentabilidad del bono a 10 años, que se mueve a la inversa que el precio, apenas varió para cerrar en el 4,919%.

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