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CincoSentidos

La curva del Danubio

Los meandros del gran río europeo dan nombre a una región de agreste belleza, en la frontera entre Eslovaquia y Hungría, jalonada de castillos medievales y ciudades barrocas

Es el segundo río de Europa, después del Volga, tiene 3.000 kilómetros de recorrido, mucha historia, abundante literatura y una envidiable banda sonora. Su biografía, imprescindible, es El Danubio, de Claudio Magris, un clásico.

Tras dejar atrás los valses de Viena y un largo fluir entre Hungría y Eslovaquia, haciendo de frontera, el gran río cambia el rumbo de su plácida marcha hacia el oriente y se precipita hacia el sur. Forma entonces una curva o recodo en doble ese, cavando un cauce profundo entre las montañas. Es el Dunakanyal, uno de los más refrescantes paisajes centroeuropeos.

Hasta allí se puede ir cabalgando el propio río, en un crucero, o también, desde Budapest, en uno de los llamados 'trenes de la nostalgia', con máquinas a vapor y vagones de época que parten de la estación Nyugati, construida en 1877 por Eiffel. Es una excursión de un día, bien pensada y organizada para que el turista pueda conocer algunas ciudades ribereñas. La primera y tal vez la más monumental es Esztergom, que muchos consideran la cuna de la patria húngara. Y es que fue allí donde el rey San Esteban 'convirtió' su nación al catolicismo, en el año 1000, siendo desde entonces sede primada del país.

El palacio románico del rey Esteban debió de ser espléndido, pero los turcos apenas perdonaron algún que otro sillar. Hoy las autoridades lo han convertido en un museo. Está emplazado en lo alto de una colina desde donde se cierne la primera curva del río. Junto al castillo se levantó, en el siglo XIX, una basílica que es el templo más grande del país, visible en muchos kilómetros a la redonda, arropada por una ciudad levítica y una explosión de verdor. Sus líneas clasicistas, algo frías, alojan sin embargo el latido más cálido de la piedad húngara.

Y es que al margen de sus calidades artísticas, de la capilla Bokócz (labrada en mármol rojo hacia 1500, único vestigio renacentista intacto del país) o del fabuloso tesoro de orfebrería sacra custodiado en una de las torres, lo que imanta a los peregrinos es la cripta. Allá abajo, en una escenografía que recuerda al Egipto funerario, reposan los pastores primados de la nación.

Una tumba destaca sobre las demás, atiborrada de flores y banderas: es la del cardenal Mindszenty, el que plantó cara al régimen comunista y consumió quince años de su vida encerrado en la embajada estadounidense, durante la llamada 'guerra fría'.

Aguas abajo aparece Visegrad. Es la llamada 'Camelot centroeuropea', ya que allí el rey Matías construyó, a finales del siglo XV, un fabuloso palacio renacentista con 350 aposentos y fuentes de mármol rojo; pero los incendios y un desprendimiento de tierras arruinaron aquel 'paraíso terrenal'. Algo se ha restaurado, y se puede ver algunas estatuas originales en la imponente torre Salamón, que forma parte del sistema defensivo de la colina.

Más adelante, Vac tiene revestido su esqueleto medieval con elegantes palacios barrocos. Y más allá, Szentendre (San Andrés), 'la ciudad de los artistas', una de las mecas del turismo en Hungría. Con una atmósfera y colorido mediterráneos, gracias a las colonias de serbios y griegos que vinieron a refugiarse aquí en el siglo XVI huyendo de los turcos. Pasear por los muelles del Danubio, o por sus calles adoquinadas, repletas de restaurantes, cafés, galerías de arte y tiendas de recuerdos sigue siendo, a pesar del empacho turístico, una inmersión profunda en un tiempo detenido.

Guía para el viajero cómo ir alojamiento restaurantes

Malev, aerolínea oficial húngara (91 3086262, www.malev.com) opera desde el pasado marzo en código compartido con Iberia, dentro de la alianza OneWorld, ofreciendo vuelos diarios y directos desde Madrid a Budapest, y cuatro vuelos semanales desde Málaga a Budapest, a partir de 149 euros.Los Nosztalgia Trains o Trenes de la Nostalgia, de la compañía ferroviaria estatal MÁV, son convoyes históricos a vapor que datan de 1900 y ofrecen excursiones de uno a tres días, a veces combinadas con cruceros fluviales. Parten de la recién rehabilitada estación Nyugayi (Nyugati Tér, 00 361 3490115, www.mavnosztalgia.hu), obra de Eiffel de 1877.En Szentendre: Hotel Bükkös (Bükkös part 16, tel. 00 3626 312201) es el más frecuentado por los turistas. También la Casa de Huéspedes Tibor Jaszai (Céh utca 3, te. 00 3626 310657). En Visegrád: Hotel Silvanus (Fekete-hegy, tel. 00 3626 398311), con excelentes vistas y confortables instalaciones. También Vár (Fö utca 9, 00 3626 397572), situado cerca del muelle, en un viejo edificio recuperado.Consultar además la página web de BTH Budapest Turisztikai Szolgáltató, www.budapestinfo.hu

En Szentendre: Aranysárkány (Alkotmány utca 1, 00 3626 301479), con platos típicos. También son muy recomendables Bárczy Fogadó y Labirintus æpermil;tterem. En Visegrád: Jáger Csarda (00 3626 398070), platos de caza y animación con música tradicional, en un excelente emplazamiento.Más información: Oficina de Turismo de Hungría, Avda. de Brasil, 17, 91 5569348, www.hungriaturismo.com.

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