La vida laboral después del éxito deportivo

El espíritu de competición y de equipo favorece a los deportistas en su aterrizaje en el mundo laboral

No todos tienen la suerte de llamarse Zinedine Zidane. El futbolista recientemente retirado ocuparía, según el Financial Times, un cargo en el consejo de administración de la multinacional de alimentos Danone, admitió el presidente y director general de esa empresa, Franck Riboud. Bucear en el propio interior hasta dar con la verdadera vocación es una realidad a la que se enfrentan muchos deportistas consagrados a la hora de abandonar su carrera deportiva. Sin embargo, la fuerza de voluntad, empeño, constancia y perseverancia que los caracterizan, sumado a la costumbre ya incorporada del trabajo en equipo, le garantizan un éxito laboral casi seguro.

'Por lo general, cuando un deportista se retira, existe un sentimiento de desamparo. Uno pasa de ser un experto en una materia: pasa de haber estado entregado de cuerpo y alma al deporte que lo apasiona, a un mundo completamente desconocido, al laboral, y lo hace a una edad en la que la gente de su misma generación ya lleva años trabajando', cuenta José Luis Llorente, ex base del equipo de baloncesto del Real Madrid y ex jugador de la Selección Nacional de España.

'Las sensaciones en ese momento son raras. En mi caso, que fui un deportista que mantuve un máximo nivel de élite por 18 años, me acuerdo de que cuando me retiré era invierno, octubre del 2001, y me veía a mí mismo como una persona que se queda de repente sin objetivo', coincide Abel Antón, doble campeón mundial de maratón y oriundo de Ojuel, Soria.

Para hacer frente a ese momento crítico, la Fundación Adecco para la Integración Laboral dicta cursos en los que orienta a los ex deportistas a nivel vocacional, los asesora sobre técnicas de búsqueda de empleo, y les brinda capacitación en un intento por garantizar su plena inserción en el mercado de trabajo.

José Luis Llorente, consultor de estos cursos, explica que 'por lo general, hay muchísimas vocaciones diferentes; muchos las traen consigo mismos, y otros se encuentran aquí con algo que desconocían de antemano'. Sergi Pedrerol, ex integrante del equipo nacional de waterpolo, expone su caso: 'hace unos meses, cuando cumplí los 36 años, empecé a ver el deporte con otros ojos, de una manera diferente'.

Lo diferente fue pensar en que ya era hora de empezar a combinar la práctica del deporte con la vida laboral. 'En ese momento estaba desorientadísimo a nivel vocacional', se sincera. Pero la suerte lo acompañó en la transición, y recibió una oferta para ser ayudante de dirección de una instalación deportiva municipal en Cervello, Barcelona. Se muestra entusiasmado con la idea de combinar ambas cosas: el trabajo y el deporte, que practicará, a partir de la próxima temporada, de manera semiprofesional, con una sola sesión de entrenamiento, por cuestión de tiempos, y porque 'mi nivel profesional ya no está al 100%', dice, como quien siente el peso de los años.

'Aunque la gente rara vez lo considera como un trabajo, la vida del deportista profesional está llena de sacrificios, y estamos acostumbrados a afrontar situaciones complicadas, además de trabajar en equipo. El problema es lograr trasladar todas esas habilidades que tenemos al campo laboral', señala el ex jugador de la Selección Nacional de waterpolo que se alzó con una medalla de oro en las Olimpíadas de Atlanta en 1996.

'La vida de deportista te convierte en una persona pública, y entonces se te abren otras puertas', apunta el atleta Fermín Cacho, dueño del cuarto puesto en el ranking mundial de todos los tiempos en los 1.500 metros. Junto a Abel Antón, han abierto dos tiendas de ropa deportiva en Soria, y continúan ligados a la marca Reebok, para la que hacen trabajos de promoción. Ademas, ambos aceptaron ocupar cargos políticos: Cacho colabora desde la oposición del PSOE con la Diputación de Andújar (Jaén), en el apartado de Deportes; Antón es concejal de Deportes de Soria por el PP.

¿Otro ejemplo? En 101 de los 145 hipermercados que tiene abiertos Carrefour en España, se venden joyas diseñadas por el ex ciclista francés Richard Virenque, que en septiembre de 2004 decidió abandonar sus competencias a nivel profesional.

Retiros no siempre millonarios

'Existe cierta desinformación sobre lo que ganan los deportistas profesionales', opina el ex jugador de baloncesto del Real Madrid, José Luis Llorente, y lo atribuye al gran negocio en que se ha convertido el fútbol, con los contratos millonarios que cobran sus jugadores. Sin embargo, afirma Llorente, 'el 90% de los deportistas gana durante su carrera apenas lo justo para vivir'. Sergi Pedrerol también lo dice: 'al momento del retiro, no te puedes ni plantear tener un año sabático', ejemplifica.

De futbolista a creador de un grupo empresarial

Aunque tras el retiro la mayoría de los deportistas siguen ligados de alguna manera a lo que aman, el deporte, también hay quienes se atreven a otro tipo de actividades. En el 2003, el ex futbolista de origen ruso Valery Karpin compró un solar en Vigo con un amigo, 'por casualidad', cuenta. Y fruto de esa adquisición, terminó fundando junto a su socio la promotora inmobiliaria Valery Karpin Group, que pronto se transformó en un grupo empresarial.Karpin supo diversificar sus negocios, y actualmente tiene una marca de lencería femenina, Momentos Íntimos, y está a punto de lanzar una marca de telecomunicaciones, Telecomunicaciones Aló. Mientras tanto, la promotora inmobiliaria no se detiene, y trabaja en edificios que la firma posee en la localidad gallega de Vigo. 'Mientras jugaba, sabía que un día eso se acabaría', afirma.