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Jaime Malet

'La reforma de Sociedades no sirve para competir'

El líder de la cámara bilateral explica el amplio margen de mejora que tienen las exportaciones españolas en Estados Unidos y aboga por una reducción más audaz en el impuesto de sociedades para evitar la deslocalización de empresas

Malet lidera desde hace cuatro años la Cámara de Comercio Americana en España. Una entidad fundada en 1917 que representa los intereses de las empresas estadounidenses en España y de las españolas con negocios en EE UU. Con más de 500 socios, se propone mejorar los intercambios de bienes e inversión entre ambos países.

¿Cómo son las relaciones comerciales entre España y EE UU?

Bastante pobres. El saldo comercial entre ellos es bastante equilibrado, de unos 6.000 millones de euros hacia cada lado. Creo que España tiene un gran margen de mejora en sus exportaciones, porque EE UU tiene un enorme tirón del consumo. Las empresas españolas deberían esforzarse más y el Gobierno, apoyarlas.

Para eso ha lanzado el Ministerio de Industria un plan de desarrollo de mercados ...

Así es, y es una muy buena idea. Todo lo que sea ayudar a potenciar el desembarco será bienvenido.

¿Es atractiva España para las empresas de EE UU?

La última encuesta de UPS/Esade ofrece resultados muy favorables: dos de cada tres empresarios estadounidenses creen que la situación económica española es buena, y el 88% afirma que va a mantener o elevar su plantilla aquí. Los ingresos de las empresas de EE UU en España alcanzan los 60.000 millones de euros, un 7% del PIB. Pero hay mucho recorrido, sobre todo comparándolo con la situación de Francia o Alemania. Eso sí: es cierto que el riesgo de deslocalizaciones también afecta a las empresas de EE UU.

¿Se puede hacer algo para evitarlo?

Creo que hay que diferenciar dos tipos de deslocalización. La que se dirige a China o India (como Braun, de capital estadounidense) es difícil de evitar, porque allí la mano de obra es barata y es fácil trasladar la producción. Caso distinto es el de la inversión que pueda irse a Europa del Este, como la de la industria automovilística. Ahí sí se puede compensar la desventaja en mano de obra, pero hay que ser audaz a la hora de reducir el impuesto de sociedades. La reciente rebaja en trámite Parlamentario no es suficiente para competir ni siquiera en Europa.

¿La Cámara también promueve la inversión española en EE UU?

Sí lo hace. Hace tres años decidimos apoyar específicamente a cinco sectores: infraestructuras, financiero, inmobiliario, energías renovables y alimentación.

¿Qué más se puede hacer para captar inversiones?

Saber vender el país. España está de moda en el mundo, por el enorme cambio social y económico que ha experimentado. Tiene problemas, como la educación o la inversión en I+D, pero también una clase empresarial que arriesga y un sector privado que consume. Hay que vender esta imagen fuera, y lo estamos intentando junto con el Ministerio de Industria, para aprovechar el potencial de atracción inversora.

¿Qué sectores son los más atractivos en España?

Todos los que requieren seguridad jurídica y un mercado que puede ir más allá de la UE, como un puente con el Magreb y Latinoamérica. Y también los que requieren cierta sofisticación en mano de obra, a nivel de creatividad. Dos sectores especialmente atractivos son el financiero y el agroalimentario.

¿Qué objetivos tienen para los próximos años?

Seguir atrayendo inversiones estadounidenses y mantener el apoyo a las empresas españolas para ir creando un marco relevante en Estados Unidos.

¿Con qué herramientas?

Desde misiones empresariales hasta seminarios, pasando por 'actuaciones de convencimiento'. æpermil;stas pretenden hacer ver al tejido empresarial la conveniencia de la inversión estadounidense, y que, aunque EE UU es un mercado difícil, allí nadie mira de dónde eres y cuenta con unas reglas estables. Es un destino muy atractivo para las empresas españolas.

La reciente mejora de las relaciones políticas

Una de las mayores preocupaciones de los empresarios con intereses entre España y Estados Unidos es la relación política bilateral. La llegada al poder del PSOE en 2004 y la retirada de tropas de Iraq puso fin al idilio que la Administración Bush había mantenido con Aznar. Pese a los desencuentros pasados, Malet cree que las relaciones actuales son buenas.'Así lo demuestra la reunión del ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, con Condoleezza Rice', afirma. 'Ha habido un acercamiento paulatino de la Administración española, y los dos embajadores recíprocos, Aguirre y Westendorp, han colaborado para ello. Desde la Cámara también hemos puesto nuestro granito de arena, porque dos países con esa importancia económica no pueden vivir de espaldas. En mayo asistí a una recepción de empresarios latinos en la Casa Blanca y comprobé que las sensaciones son buenas'.

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