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Pequeños gigantes

Bodegas Ochoa innova en un negocio de siglos

La bodega navarra apuesta por la innovación como receta para ser rentable en un mercado 'difícil y competitivo'. Todos los años, esta empresa familiar dedica el 1% de su presupuesto a proyectos de investigación y desarrollo

Bodegas Ochoa, de la localidad navarra de Olite, se define como una empresa familiar que desde hace 14 años trabaja en proyectos de I+D, ya que 'en el sector vitivinícola no se puede dejar de innovar, para poder ser rentables en un mercado difícil y competitivo', explica Javier Ochoa, propietario del negocio.

Este profesional se dio cuenta de la necesidad de realizar proyectos e investigaciones que ayudasen a mejorar la calidad de la uva y del producto final: en este caso, el vino. Así, cuando en 1992 abandona la Estación de Viticultura y Enología de Navarra (Evena), donde trabajó como jefe de la sección de Enología desde 1981, decide cambiar la estrategia empresarial de su negocio. Desde entonces, Bodegas Ochoa no ha dejado de estudiar y de innovar. 'Todos los años, un 1% de nuestro presupuesto se destina a esta materia. Además, contamos con las ayudas que proceden de instituciones como el Gobierno de Navarra y el CDTI', afirma Ochoa, que en 1998 fue nombrado por Vinos de España en Londres miembro de la Gran Orden de Caballeros del Vino por su contribución a la modernización del sector en la Comunidad Foral de Navarra.

Javier Ochoa resume en tres puntos los beneficios que ha supuesto el fomento de la I+D para las bodegas que dirige: la complementariedad del método tradicional del sector vitivinícola con los conocimientos científicos, por un lado; en segundo lugar, la colaboración y cooperación con otras empresas, centros tecnológicos e instituciones: sólo como ejemplo, se puede nombrar Evena, la Universidad Pública de Navarra (UPNA) o la Sociedad Navarra de Estudios Gastronómicos. Y, por último, la obtención de nuevos productos que amplían la gama que ofrece en el mercado, además de expandir el área de actuación hacia otros sectores que se encuentran muy relacionados con el mundo del vino. 'Hace dos años plantamos olivos en nuestra finca para poder elaborar aceite de oliva de la variedad arbequina', cuenta Ochoa.

Además de Javier Ochoa, otros miembros de la empresa se han involucrado en los trabajos de I+D: Daniel Andión, ingeniero técnico agrícola por la UPNA, responsable de viticultura de la bodega y el encargado de controlar las tareas que se deben seguir en el campo: plantación, laboreos, tratamientos fitosanitarios, etc.; Adriana Ochoa, enóloga por la Universidad de Toulouse, y Álvaro Ochoa, diplomado en Ciencias Empresariales.

De esta forma, la empresa ha participado en varias iniciativas en las que ha contado con la ayuda del CDTI, además de otras instituciones y organismos públicos: el desarrollo de nuevas clases, la evolución de la calidad y la estabilización de los vinos tintos de Navarra entre 1994 y 1996; la elaboración de diversas variedades de vinos tintos sin empleo de SO2, entre 1997 y 1999; el desarrollo de tecnologías para la extracción de compuestos fenólicos de la uva, o la investigación para dar con un nuevo tinto dulce (2000-2001). Y entre 2002 y 2005, un proyecto sobre un tinto de autor innovador, elaborado al 100% con uva tempranillo.

'En este sector continuamente hay que adelantarse al resto de competidores y para conseguirlo los proyectos de I+D son claves', manifiesta este enólogo. Actualmente, Bodegas Ochoa se encuentra inmersa en un estudio con las variedades de uva tempranillo, moscatel de grano menudo y garnacha.

Las investigaciones que han realizado durante estos años han influido en la 'calidad de la gama de productos', recalca Ochoa. En el mercado distribuyen el rosado de lágrima, rosado garnacha, blanco viura chardonnay, los varietales tempranillo, merlot y cabernet sauvignon, reservas, grandes reservas y el moscatel.

'Para obtener estos vinos, trabajamos con variedades tradicionales como moscatel de grano menudo, tempranillo graciano y garnacha, combinadas con las variedades francesas chardonnay, merlot y cabernet sauvignon', enumera Javier Ochoa.

Esta empresa distribuye su producto principalmente a restauración, hoteles y establecimientos especializados. 'Estamos presentes tanto en España como en el extranjero. A diferencia de otras empresas, desde un principio nos centramos primero en la expansión internacional, para luego dedicarnos a la nacional', aclara.

El año pasado, el 26,2% de sus ventas en el exterior fueron en Reino Unido y el 24,5%, en Alemania, sus dos destinos principales. La bodega prevé también introducirse en otros nuevos mercados. 'México, Puerto Rico, Japón, Rusia o Brasil se convierten en nuestras metas más próximas, al igual que los diez países que se han incorporado a la Unión Europea'.

Bodegas Ochoa trabaja asimismo en la elaboración de otras iniciativas: lanzar al mercado un nuevo aceite de oliva virgen extra, de la variedad arbequina, y un aguardiente de orujo de moscatel. También quieren fomentar el enoturismo en sus instalaciones, señala Ochoa.

Ahora, su hija Adriana, de 25 años, se presenta como la nueva generación de un negocio de siglos.

Datos básicos

La empresaJavier Ochoa heredó el negocio, con tan sólo 19 años, tras el fallecimiento de su padre en 1956. 'Siempre he trabajado en este sector', explica. Aunque en estos momentos se ha unido al negocio su hija Adriana Ochoa, enóloga de profesión y que representa el relevo generacional. La empresa tiene 14 trabajadores.Los viñedosLas hectáreas. Este negocio familiar cuenta con un viñedo propio de 143 hectáreas. 'Las cepas más viejas se sitúan al lado de la nueva bodega en Olite y en la finca El Bosque, en Traibuenas, a 12 kilómetros de la localidad, donde está plantada la mayor parte de los viñedos', indica Javier Ochoa.ProduccciónCada año suelen recoger unos 900.000 kilos de uva y producen 700.000 botellas.PremiosEn 2005, el vino varietal tempranillo obtuvo el galardón internacional de oro en el concurso Tempranillos al Mundo. Este año, el Ochoa Gran Reserva 1998 ha recibido la medalla de oro en el VII Concurso Internacional Bachuss. Además, el Rosado de Lágrima 2005 logró la medalla de plata en el mismo certamen. En el concurso Mondial de Bruxelles de 2006 obtuvo dos medallas de oro: una para la Vendimia Seleccionada y otra para el Merlot 2002.

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