'Hay que crear una zona de prosperidad con el norte de África'
Lidera un lobby empresarial que agrupa a las principales empresas de España, Francia, Italia y Portugal. Su objetivo es hacer contrapeso al norte de Europa en la toma de decisiones de una Unión Europea 'difícilmente manejable con 25 miembros'
Alumno aventajado de Massimo D'Alema (actual ministro de Asuntos Exteriores italiano), Andrea Canino es la cabeza visible de uno de los grupos de presión más influyentes del sur de Europa: el Consejo de Cooperación Económica. Este lobby realizó el informe para la reforma de la Agenda de Lisboa. Canino ha visitado Madrid para presentar al ministro de Industria, José Montilla, un documento sobre el futuro de la política energética. Próximamente celebrará su reunión anual con Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo.
¿Qué objeto tiene el Consejo de Cooperación Económica?
En resumidas cuentas, transmitir a los gobiernos nacionales y a Bruselas las inquietudes y las demandas que tienen las grandes empresas españolas, francesas, italianas y portuguesas. Elaboramos, al menos, un informe cada mes, analizando prioridades y aspectos legislativos que echan de menos los empresarios. Sin ir más lejos, más de la mitad del libro blanco del transporte son ideas de los empresarios.
'Agua, energía y comunicaciones deben ser los ejes de esa nueva comunidad mediterránea'
'A España sólo le falta capacidad innovadora, pero el plan Avanza y otros similares van en ese sentido'
'Hay que plantearse retomar la energía nuclear para reducir la dependencia'
'Montilla ha sido un gran activo para el Gobierno. Hace lo que dice que va a hacer'
¿Cuándo surgió la organización? ¿Quiénes la forman?
El Consejo tiene tres años de antigüedad. Está formado actualmente por 53 grandes empresas, incluidas las diez más importantes de España, Francia, Portugal e Italia. Esos son los socios formales, aunque hay unas 150 que aportan ideas a los informes. Queremos ser un contrapeso a la influencia política de los países del norte en la Unión Europea. El arco mediterráneo agrupa más de la mitad de la población y más de un tercio del PIB de la UE, y debe estar bien representado. Es una región muy integrada económicamente: cada uno de los cuatro países dirige entre el 25% y el 50% de su comercio exterior a los otros tres.
Creo que la toma de decisiones a 25 miembros de la UE es muy difícil. Se está abriendo paso la Europa de las regiones, formada por grupos de países con objetivos similares. Por eso es útil el Consejo: la coordinación política y entre las élites dirigentes de los países del sur es insuficiente, y es eso lo que buscamos reforzar para influir realmente en la toma de decisiones europea. Funcionamos como un think tank, un facilitador de la convergencia entre los cuatro países. Asistimos a los gobiernos en las reuniones bilaterales, y contamos con gran influencia institucional. El año pasado recibimos tres encargos de la Comisión Europea: informes sobre la reforma de la Agenda de Lisboa, sobre el libro blanco del transporte, y sobre el sistema financiero del sur de Europa.
¿Cuál es el objetivo último que persiguen a largo plazo?
Creemos que se debe crear una zona de prosperidad mediterránea, entre los cinco países del norte de África y los cuatro latinos de Europa. Hay que cambiar las prioridades, porque los presupuestos de la UE a partir de enero destinarán 10 euros a los países del Este por cada uno que llegue al Mediterráneo. Si la Comunidad Europea se construyó sobre el carbón y el acero, esta nueva zona de prosperidad debe basarse en el agua, la energía y las comunicaciones.
¿De qué va a hablar en su reunión con Trichet? ¿Dónde cree que deberían situarse los tipos de interés?
Le explicaré lo insostenible del nivel de deuda de Italia y la necesidad de recortar el gasto público. Los políticos tienen miedo de comunicar problemas, pero es la única forma de afrontarlos.
En cuanto a los tipos de interés, creo que no podemos hablar de un nivel idóneo para todos, porque cada economía se encuentra en circunstancias distintas. Por ejemplo, probablemente a España le convendrían unos tipos más altos que a Francia, pero Trichet debe decidir para todos a la vez.
¿Cómo valora la situación económica de España? ¿Hay solución para la pérdida de competitividad?
Es fundamental que el crecimiento de la productividad sea más alto. España tiene un retraso importante en formación, sobre todo en investigación en desarrollo. Creo que su Gobierno lo está haciendo bien al priorizar este campo, cuya ausencia hacía frágil el crecimiento. España ha hecho muchas cosas bien en los últimos años: ha utilizado los fondos europeos para crear infraestructuras, ha acogido bien a la inmigración gracias a la cercanía cultural, ha logrado mantener el diálogo social de forma brillante, y sus empresas se han expandido hacia América Latina. Lo único que le falta es capacidad innovadora, pero el programa Avanza y otros similares van en ese sentido.
Acaba de presentar a Montilla un informe sobre el futuro energético del sur de Europa. ¿Cuáles son sus claves?
Hay cuatro áreas de trabajo que nos parecen fundamentales: fortalecer los vínculos energéticos entre los cuatro países, elevar la apertura de los mercados recíprocos, mejorar las infraestructuras de conexión y diversificar conjuntamente los aprovisionamientos externos.
¿Qué opinión tiene el Consejo en el debate sobre la energía nuclear?
Creo que hay que plantearse seriamente retomar la nuclear para garantizar la sostenibilidad energética. Europa depende de la energía exterior en un 50% y, en 15 años, si no cambia su patrón, la dependencia llegará al 70%.
¿Qué futuro le espera al informe?
Vamos a organizar un gran encuentro previo a la cumbre del Consejo Europeo sobre energía. El 24 de septiembre nos juntaremos dirigentes de 20 grandes empresas y los cuatro ministros del ramo de Francia, España, Italia y Portugal para definir una estrategia común.
¿Qué le ha parecido la gestión de Montilla en el ámbito energético?
Creo que ha sido un activo muy valioso para el Gobierno. Es uno de los políticos más claros de Europa, porque hace lo que dice que va a hacer.