España y Francia aceleran el plan para poder transportar por mar 100.000 camiones al año
España y Francia pusieron ayer en marcha una comisión intergubernamental encargada de definir el proyecto de 'autopistas del mar' entre los dos países por la fachada atlántica, para transportar por vía marítima unos 100.000 camiones al año.
La creación de esta comisión, compuesta de doce miembros, la mitad de cada país, la formalizaron el ministro francés de Transportes, Dominique Perben, y su homóloga española de Fomento, Magdalena Álvarez, que manifestaron su intención de abrir un concurso público antes de fin de año. El objetivo es que la comisión pueda presentar una selección de proyectos, en los que se precisaría qué puertos quedarían comunicados por barco por las 'autopistas del mar' y en qué condiciones, para su entrada en servicio en 2007, informa Efe.
Perben consideró prematuro avanzar cifras sobre el coste de este dispositivo para el transporte de camiones por barco entre los dos países en la fachada atlántica y sobre las subvenciones que podría recibir. En cualquier caso, recordó que la reglamentación comunitaria limita las ayudas a los tres primeros años del lanzamiento de la iniciativa y a un 30% del coste final. Álvarez afirmó que se trata de 'proyectos extremadamente importantes', en la medida en que ofrecen una alternativa favorable al tráfico rodado en términos medioambientales y económicos, y que recibirán ayudas públicas para ser eficaces.
Ayuda económica de la UE
Los dos ministros aprovecharon su reunión para enviar una carta conjunta al comisario europeo de Transportes, el francés Jacques Barrot, 'para solicitar su apoyo y ayuda financiera'. Los criterios para la evaluación de los proyectos serán el volumen de tráfico transferido de la carretera a la vía marítima, el resultado de las operaciones y de los servicios portuarios y la calidad del servicio marítimo.
Los que se presenten a la licitación podrán proponer la mejora de conexiones existentes para cumplir las condiciones de las 'autopistas del mar', y la creación de nuevas líneas regulares. Los candidatos deberán comprometerse a realizar escalas, al menos, en un puerto español y en otro francés. No se designarán a priori los puertos entre los que se harían los enlaces.