Las Bolsas europeas desconfían de la industria de la automoción
Las compañías automovilísticas europeas no terminan de convencer a los inversores. Las desfavorables circunstancias que rodean al negocio de las cuatro ruedas han llevado al sector de la automoción a pasar de ser a comienzos de año uno de los protagonistas en los índices de renta variable a ser el que peor comportamiento registró en el segundo trimestre.
La palabra precaución es una de las más repetidas por los analistas que cubren el sector de la automoción. El banco de inversión Morgan Stanley, por ejemplo considera que el devenir en Bolsa del sector de la automoción estará marcado por cinco cuestiones. En primer lugar está el problema de las materias primas. Hasta ahora, el acero y los plásticos se han comportado tal y como habían esperado las compañías. Otros metales como el aluminio o el paladio y el platino, han experimentado sin embargo un crecimiento 'inesperado'. Este alza costará a los fabricantes 1.900 millones de euros más en el presupuesto de compras proyectado.
En segundo lugar aparecen los probables profit warning (aviso de incumplimiento de expectativas) de los principales grupos de fabricación de componentes, sobre todo de Valeo, Michelin, Continental y Faurecia. Esta última compañía, filial de PSA Peugeot Citroën, anunció ayer que perdió 48,2 millones en el semestre, frente al beneficio de 34,5 millones del mismo periodo de 2005.
Morgan Stanley cuenta además con que el número de puestos de trabajo afectados por las reestructuraciones siga al alza en Volkswagen y DaimlerChrysler, aunque también son de esperar en el caso de Renault, PSA, Michelin y Autoliv. Por ello, las provisiones para reestructuraciones podrán alcanzar los 1.000 millones sólo en el segundo trimestre. La guerra de precios y el inadecuado mix de producto se sitúan en cuarto lugar. Las ofertas se seguirán cebando con los fabricantes y según cálculos del Morgan Stanley este esfuerzo costará de aquí a finales de año unos 1.000 millones más, lo que supone una rebaja efectiva del precio del 0,3%. Los países emergentes, sobre todo Rusia y China, seguirán siendo una amenaza que puede afectar a las cotizaciones. Commerzbank incluye otra sombra: una posible caída de tipos en EE UU, que encarezca las exportaciones.
Evolución
Estas cuestiones han llevado al sector de la automoción a una considerable volatilidad en Bolsa. En lo que va de año, la industria apenas ha logrado ganar el 0,5%% en Bolsa, con Fiat (+45,5%) y Volkswagen (21,8%). Fabricantes de componentes como Valeo (-19,4%) y compañías como DaimlerChrysler (-10,6%) fueron los que peor se comportaron. El trimestre anterior, el segundo del ejercicio, fue incluso peor, con una caída del 12,4% y descensos de todas las empresas. Las que más cayeron fueron Valeo, DaimlerChrysler y GKN. Lastraron al índice con un descenso del 19,3%, el 18,5% y el 17,9%, respectivamente.
En el primer trimestre, por el contrario, se produjo un repunte del 18,2%, espoleados por el 41,2% de crecimiento de Fiat y del 39,7% de Volkswagen. Estas dos compañías han sido, de largo, las de mejor comportamiento.
Expertos al rescate de Ford
Ford parece haber sustituido a General Motors en lo alto de la lista de preocupaciones de los inversores estadounidenses, sobre todo después de su mal segundo trimestre, en el que la compañía perdió 123 millones de dólares. Así, no es extraño que varios expertos en administración de empresas de las mejores escuelas de negocios de EE UU se hayan juntado para dar su opinión sobre las salidas de la compañía. 'Van rumbo a un periodo tan difícil y aciago que necesitan arreglar la firma a puerta cerrada, sin publicidad, sin supervisión regulatoria, ni declaraciones trimestrales', dijo a Bloomberg Gerald Meyers, ex máximo responsable de American Motors. Otros expertos coinciden en señalar que la firma necesita simplemente un nuevo modelo de éxito, como el Taurus, que la salvó de la quiebra en los ochenta.Will Mitchell, vicedecano de la Escuela de Negocios de Duke, cree además que Ford debe fabricar más vehículos en China y en la India. Paul Argenti, profesor de la Tuck School of Management propuso por último que la cúpula necesita ser más dura con los sindicatos, abordar más recortes y apegarse al plan aunque los resultados sean malos a corto plazo.