Aguirre se asegura el derecho de veto en la Operación Chamartín
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha garantizado el derecho de veto en la Operación Chamartín de la capital que ahora quiere desbloquear el Ministerio de Fomento. Ha incluido la prerrogativa en la Ley del Suelo que ahora está en tramitación y no está dispuesta a aprobar el plan sin las infraestructuras que crea necesarias.
La luz verde a uno de los mayores desarrollos urbanísticos de Europa, la Operación Chamartín de Madrid, se va a hacer esperar. El Gobierno regional tendrá derecho de veto. Y no sólo se lo asegura por la modificación que introdujo en abril del año pasado a la Ley del Suelo en vigor, sino que se ha cuidado de mantenerlo en la nueva que está en tramitación parlamentaria.
La clave está en que este plan -por el que se prevén unas 16.000 viviendas, además de oficinas, en la prolongación del Paseo de la Castellana- necesitará 'el informe previo y favorable de la Comunidad de Madrid'. En él, deberá considerar idóneas las infraestructuras de comunicaciones para hacer viable el desarrollo urbanístico. Así consta en las disposiciones del anteproyecto.
Con este instrumento, el Ejecutivo de Esperanza Aguirre va a mirar con lupa la propuesta que la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, presentó la semana pasada tras anunciar un acuerdo con el BBVA y Constructora San José que, a través de Duch, son dueñas de los derechos del suelo. El lunes, en la reunión del consorcio de la operación, explicará al equipo de Alberto Ruiz-Gallardón y de Aguirre el plan para invertir 1.000 millones en infraestructuras exclusivamente ferroviarias en la zona y la propuesta de 2.000 pisos sociales.
'La Comunidad afrontará el examen según el criterio de movilidad en una zona que está colapsada', afirmaron fuentes de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. El Gobierno de Aguirre pide que se reinviertan en infraestructuras para la zona las plusvalías que consigan las Administraciones por ceder los terrenos, pero no sólo en ferrocarril. Con la propuesta de Fomento, 'parece difícil que la operación sea viable', apuntan las mismas fuentes, y, por tanto, pueda lograr el visto bueno de la comunidad.
Dos frentes abiertos y una larga batalla política
Además del visto bueno de Aguirre, Fomento necesitará el de Gallardón para desbloquear la Operación Chamartín, casi 13 años paralizada. Fuentes del Ayuntamiento señalan que 'en la propuesta del ministerio no parecen salir las cuentas'. Más pisos sociales suponen menos rentabilidad, por tanto, no ven cómo Fomento puede duplicar sus plusvalías. Recuerdan que la edificabilidad la fija el Ayuntamiento. Mientras, el apoyo de Aguirre a priori se ve difícil dada la larga batalla política con Fomento a cuenta del cierre de la circunvalación M-50 y la autopista radial 1 que quiere hacer la Comunidad. A no ser que ésta sea la moneda de cambio para lograr el respaldo, igual que en el caso de Gallardón puede ser la reforma de la M-30 norte.