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CincoSentidos

Un ex banquero con espíritu lírico

Javier Gúrpide estrena dos ballets y su último libro de poemas, 'El corazón del agua', va por la cuarta edición

En 1994, Javier Gúrpide abandonó la vicepresidencia del antiguo Banco Bilbao Vizcaya por motivos de salud. Fue un momento decisivo para este doctor en Ingeniería Industrial y en Ciencias Económicas y doctor honoris causa en Derecho por la Universidad de Saint Louis. Pensó que o componía o se exponía a cualquier percance y se despedía de la creación. Ganó la música y la literatura y desde entonces, Gúrpide (Tudela, Navarra, 1939) ha ampliado su currículum artístico a cuatro novelas, dos ensayos, cinco libros de poemas, dos ballets y un musical.

El último de los poemarios, El corazón del agua (Renacimiento), se publicó en septiembre de 2005 y va por su cuarta edición. 'Para un libro de poemas es mucho, aunque tampoco me preocupa en exceso porque la poesía, por desgracia, se vende poco y se lee menos'. Los ballets El equilibrista y La malaventura se estrenaron en concierto con la Orquesta Sinfónica de RTVE el pasado 9 de junio. 'Dirán que para qué quiere un hombre como yo hacer estas cosas', plantea Gúrpide en mitad de la conversación. Puede que la respuesta esté en su espíritu lírico-romántico, especialmente alimentado desde su salida del banco.

æpermil;l, que ocupó la cima de las finanzas y la empresa españolas, comprueba asombrado lo complicado que resulta el mundillo cultural. Por ejemplo, sus ballets, que aguardan a que alguien se atreva con su representación escénica. 'Como no tengo agente literario ni musical, siempre se me ha visto como alguien ajeno', reconoce. Algún director de cine y coreógrafos de compañías extranjeras los han escuchado con interés, 'pero no me hago ilusiones', señala Javier Gúrpide, más animado con la próxima aparición de los conciertos en CD. No sólo tiene preparados la música y los libretos -El equilibrista es un ballet clásico; La malaventura, andaluz, con cantes y bailes flamencos-, también la escenografía. 'Tengo los esquemas suficientes para que un escenógrafo profesional pueda trabajar a partir de ellos', declara.

Música y poesía

'La Administración se está centrando más en el cine y la lucha contra la piratería', añade Gúrpide. En cuanto a los bancos, 'se están dedicando a la plástica, a la pintura, a descubrir colecciones de fuera o propias, pero poco más'.

La edición es otra aventura. El autor no publicada poemas desde 1990 y cuando quiso sacar El corazón del agua se encontró con un panorama distinto. En Adonais habían fallecido conocidos y amigos, empezando por el poeta y académico García Nieto. Aguilar, que había publicado sus dos primeros libros, había cambiado de manos. Le recomendaron la editorial Renacimiento de Sevilla, de la que destaca su buen hacer, sobre todo en poesía española.

El Gúrpide literato tiene obras con diferente aceptación comercial. Su última novela, Laca, fue una de las diez finalistas del Premio Fernando Lara 2002. Además, es autor de dos ensayos sobre cine. Es un gran aficionado al séptimo arte y tiene una importante cinemateca, sobre todo de películas de los años 40, 50 y 60.

No duda al elegir con qué faceta creativa se queda. 'Siempre he pensado que la música es la hermana mayor de la poesía'.

De modo que como está abierto a propuestas del mundo financiero y empresarial, así ve su futuro: 'Algo de poesía, algo de música y, posiblemente, algo de empresa, a ver si quemo los años que Dios me quiera dar'.

Abierto a volver al mundo empresarial

Javier Gúrpide publicó su primera novela, Las agujas del templo (Planeta), durante su última estancia en el Banco Bilbao Vizcaya (BBV) -dejó el banco antes de la fusión con Argentaria-, y recuerda que 'fue muy complicado'.Han pasado doce años y la tentación de volver a ocupar un puesto de responsabilidad en un banco o empresa es grande. 'Todo tiene su ciclo, no es que lo haya dejado en absoluto'. Reconoce que ha hablado con varias personas y aunque no hay una propuesta concreta todavía, supone que ésta no tardará en llegar. 'Tengo una experiencia de 30 años en la empresa y, sobre todo, en la banca, y lo fundamental, estoy al día de todo lo que ocurre', indica quien fuera presidente del Banco del Comercio y vicepresidente de Iberdrola.No tiene preferencias, pero eso sí, le gustaría que fuera algo relevante, porque considera que donde puede dar más de sí es en los temas complejos, tanto en el sector financiero como empresarial. 'Estaría encantado de colaborar con una empresa para sugerir ideas no para acomodarme en la poltrona'.Desde su salida del BBV, ha estado vinculado durante dos años y medio a una auditora y consultora internacional, 'casi por compromiso, no ha sido una tarea fundamental'. 'Vamos, que sí que estoy dispuesto a volver antes de que sea demasiado tarde', señala.

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