Crónica de la publicidad en España bajo el prisma de Nestlé
El grupo recopila en un libro los mensajes que ha utilizado desde 1879 para construir su marca
Con un pequeño anuncio insertado en la edición del 18 de noviembre de 1879 del periódico La Alianza de Valencia la multinacional suiza Nestlé puso su primera piedra en la historia de la publicidad española. Una pequeña nota a dos columnas daba a conocer a sus lectores que una de las farmacias de la ciudad vendía la famosa harina lacteada creada en 1866 por el químico Henri Nestlé como complemento a la lactancia de los recién nacidos.
Más de cien años después, la compañía se ha convertido en un gigante de la industria alimentaria con marcas tan arraigadas en el imaginario colectivo como Nescafé, Maggi, Bonka, Buitoni, Litoral o Sveltesse. La diversidad de segmentos en los que opera y el amplio abanico de públicos que pretende abarcar le ha llevado a liderar hoy en día los rankings de inversión publicitaria no sólo en España, mercado al que destinó en 2005 más de 38 millones de euros, sino también a nivel mundial.
El grupo que preside José Arcas en España quiso ayer recordar la evolución de la marca desde finales del siglo XIX hasta nuestros días y reflexionar sobre cómo ha contribuido a impulsar el mercado publicitario a lo largo de más de 100 años. La compañía recopila su legado en el libro Una historia de la publicidad española. Reflejo de más de un siglo de Nestlé. Se trata de una segunda versión del editado en 1993, que ha contado con la colaboración del profesor de la Universidad Complutense de Madrid Raúl Eguizábal y el diseñador gráfico Enric Satué. Los anuncios en prensa y carteles publicitarios constituyeron las principales vías que utilizó Nestlé para dar a conocer sus productos hasta la llegada de los dos inventos que revolucionarían el siglo XX: la radio y televisión. La conquista de las ondas hercianas se llevó a cabo mediante el uso de sencillas melodías que proclamaban los beneficios del producto y fijaban la marca en la mente de los radioyentes. Una de las más famosas fue la canción de La Vaca Lechera, de Morcillo, para La Lechera, o la interpretación de Los Panchos para el café soluble Nescafé.
En la década de los sesenta, Nestlé dio el salto a la pequeña pantalla. La publicidad en televisión recurría en numerosas ocasiones a dibujos animados. Los spots, más que jugar con las emociones del televidente, pretendían hacer llegar al público las bondades del producto y su modo de preparación. El humor estaba omnipresente en estos mensajes. A través de Nescafé patrocinó programas concurso como Esta es su vida y Ayer noticia, hoy dinero, que abrieron el camino para que Maggi, Camy y los chocolates Nestlé llegaran a la pequeña pantalla. Entre los hitos televisivos de mediados de los ochenta destaca la puesta en marcha de la promoción Un sueldo para toda la vida de Nescafé.
En su historia más reciente, Nestlé ha introducido en los hogares españoles personajes entrañables como la abuela de la fabada Litoral o el personaje italiano que hacía de una taza de Nescafé Capuccino su arma infalible para seducir.