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Tecnología

Golpes bajos en la guerra del DVD

La batalla entre los defensores de los dos formatos de disco propuestos para sustituir al actual DVD ha caído en el campo del rumor, en el que se está produciendo una guerra encubierta entre los seguidores y los detractores de Sony y Toshiba, los dos gigantes japoneses que se disputan el multimillonario mercado de la nueva generación de reproductores y grabadores digitales.

La guerra por desarrollar el nuevo estándar de almacenamiento digital se comprende mejor a la luz de las últimas estimaciones para este mercado, que aseguran que el comercio de estos discos podría generar un consumo anual de 10.000 millones de dólares en 2010 en EEUU.

La venta de DVD se ha convertido en mejor negocio que la de entradas de cine, ya que los estudios obtienen 80 centavos por cada dólar ingresado en la venta de cada disco, en tanto que de la taquilla solo recogen 50 centavos por cada dólar. Además, se prevé que antes de que finalice el año más de 28 millones de estadounidenses contarán en sus hogares con televisores de alta definición.

Todo vale por hacerse con el mercado

En las últimas semanas, han comenzado a circular por la red comunicados oficiales, pero también rumores y ataques contra HD DVD, ideado por Toshiba, y Blu Ray, de Sony, empresas que están haciendo todo lo posible para que la nueva generación de reproductores lleve su nueva tecnología.

En la batalla por hacerse con el mercado, Toshiba aventaja por ahora a Sony, ya que ha sido la primera en sacar al mercado un reproductor para su nueva generación de discos digitales. También será la primera en ofrecer un aparato capaz de grabar en alta definición, el RD-A1, que llegará a EEUU el próximo 27 de julio, con un precio de 3.400 dólares.

Poco después del lanzamiento de su reproductor, se acusó a Toshiba de sacar a la venta aparatos 200 dólares más baratos de su coste de producción, para copar el mercado y evitar el despegue de Blu Ray, la tecnología creada por Sony. La compañía se apresuró a desmentir el rumor, a pesar de que en el mercado norteamericano el reproductor de HD DVD cuesta la mitad -unos 499,99 dólares- que su competidor.

También se lucha en las consolas

En los últimos días la víctima de informaciones malintencionadas ha sido Sony. Un supuesto empleado de Microsoft -marca aliada de Toshiba en esta lucha- acusaba a la compañía japonesa de haber desarrollado una tecnología inferior al HD DVD y tratar de venderla al doble de su precio.

Sony se limitó a negar este extremo y a mostrar su confianza en el as que guarda en la manga, la PlayStation 3, que incorporará la tecnología Blu Ray. Toshiba, por su parte, ha conseguido que Microsoft haya adoptado HD DVD para su consola de videojuegos Xbox 360, la primera de las de ''tercera generación'' en aparecer en el mercado.

Sony tiene más acuerdos

Las principales distribuidoras de cine han manifestado ya sus preferencias respecto al futuro del mercado del entretenimiento doméstico. Sony parece que ha tomado la cabeza, y en su página web asegura que cuenta con el apoyo de la mayor parte de las ocho "majors" (los principales estudios de Hollywood): Sony Pictures, Walt Disney, Metro-Golgwyn Mayer, Twentieth Century Fox y Lions Gate.

Para el presidente de Sony, Howard Stringer, la elección de los estudios es acertada, porque la gran capacidad de almacenamiento del Blu Ray es "muy apreciada por los profesionales del cine". Sin embargo, Universal y New Line Cinema apoyan a Toshiba, mientras que Paramount y Warner Bros se han mostrado partidarias de distribuir sus títulos en ambos formatos.

Convivencia de formatos

Hasta hace una semana pocos apostaban por la convivencia de ambos formatos, pero el jueves pasado la compañía japonesa Ricoh anunció que ha desarrollado un componente óptico capaz de decodificar HD DVD y Blue Ray. El portavoz de la compañía, Satoshi Aoki, aseguró en un comunicado que "Ricoh ha sido la primera compañía del mundo en

desarrollar esta tecnología híbrida", aunque matizó que, de momento, solo es capaz de leer ambos formatos, no de grabarlos.

A pesar de todo, la mayoría de los analistas se muestran escépticos con el anuncio debido al alto coste de producción de la nueva tecnología y a que las compañías deberían afrontar el pago de un doble canon, uno por cada formato, para su uso.

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