Zapatero exige a América Latina mayor control de la inmigración irregular
El presidente sugiere 'beneficios' para las remesas de los inmigrantes El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó ayer la colaboración de los países de origen para frenar la inmigración irregular. Zapatero anunció el propósito del Ejecutivo de 'dar un tratamiento beneficioso' a las remesas que envían los inmigrantes a sus países.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apeló ayer a la responsabilidad de los países emisores de migración para que ayuden a controlar los flujos de inmigrantes ilegales. Zapatero, que inauguró en Madrid el Encuentro Iberoamericano sobre Inmigración y Desarrollo, afirmó que la política migratoria del Gobierno se basa en tres ejes: 'igualdad fundamental' entre todos los que residen legalmente en España; respeto a las diferencias culturales, 'que enriquecen a todos los grupos'; y respeto a las 'normas fundamentales de convivencia' escritas en la Constitución.
El presidente del Gobierno de España (donde reside un millón de inmigrantes iberoamericanos en situación legal), explicó que la cooperación entre países es 'crucial para fomentar el lado más positivo y enriquecedor de la inmigración, así como para combatir sus efectos más indeseables'.
Entre ellos resaltó la inmigración 'ilegal', origen de 'un trabajo irregular que conduce a la explotación'. Para evitarla pidió la colaboración de los países emisores, 'porque se acabaron los tiempos en que los Estados podían decidir abrir o cerrar fronteras'.
Así se podría avanzar, según el presidente, en un modelo basado en tres características: legalidad en la llegada, trabajo con derechos y plena integración. Zapatero recordó que el proceso de regularización extraordinaria del año pasado sirvió para que 600.000 personas pasaran a una situación de plenos derechos. 'Con ella, también se ha dado respuesta a necesidades de las empresas', añadió.
El presidente apostó por fórmulas innovadoras, como la ayuda a las empresas para que contraten en los países de origen o el otorgamiento de visados para la búsqueda de empleo, como vías 'para canalizar una inmigración especialmente cualificada'. Y argumentó que el Ejecutivo ha multiplicado por 23 la dotación presupuestaria a las políticas de integración: de 7,7 millones de euros a 182 millones en dos años.
Zapatero recordó la importancia de las remesas que los inmigrantes envían a sus países. El año pasado, los latinoamericanos de España mandaron cerca de 3.000 millones de euros. 'Queremos darle a esas remesas un tratamiento beneficioso', anunció, aunque sin especificar la forma de apoyo. Ya el año pasado afirmó ante la ONU que 'hay que reducir los costes de envío para que no se quede dinero por el camino'.
El encuentro reúne hasta hoy a cerca de 400 políticos y expertos en migración. Entre ellos, el presidente de México, Vicente Fox, y el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos. Ejerció de anfitrión el secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, quien llamó a construir un 'acervo latinoamericano' sobre política migratoria.
Iglesias, que recibió el encargo de organizar el seminario en la Cumbre Iberoamericana de Salamanca del año pasado, recordó que las ideas que surjan deberán plasmarse en un modelo a concretar en noviembre en Montevideo (Uruguay), sede de la próxima cumbre.
Fox critica el 'muro' de EE UU
El aún presidente de México, Vicente Fox, reclamó en el Foro 'un nuevo paradigma' respecto al fenómeno migratorio. 'Debemos abandonar la visión estrecha que sólo ve un problema', explicó. Puso de ejemplo a su país, que ha vivido 'tanto las entradas como las salidas de personas a lo largo de su historia'. Fox sostuvo que la migración ha sido siempre 'una vía de conocimiento y entendimiento entre los pueblos'. El líder conservador (cuyo partido, el PAN, seguirá al mando en el próximo gobierno de Felipe Calderón), explicó que una política eficaz requiere la protección de los derechos humanos, una mayor ayuda al desarrollo, el 'reconocimiento de la interconexión' de los mercados laborales y la reforma de los organismos internacionales para lograr una visión integral del fenómeno. Fox resumió su discurso afirmando que la solución 'no es levantar muros, sino tender puentes', en referencia a la frontera con EE UU.